Fiesta de María Auxiliadora
(Juan 19, 25-27) Después dijo al discípulo: «He ahí a tu madre». Y desde este momento el discípulo la recibió consigo
(Juan 19, 25-27) Después dijo al discípulo: «He ahí a tu madre». Y desde este momento el discípulo la recibió consigo
(Juan 19, 25-27) Jesús, viendo a su madre y, junto a ella, al discípulo que amaba, dijo a su madre: «Mujer, he ahí a tu hijo». Después dijo al discípulo: «He ahí a tu madre». Y desde este momento el discípulo la recibió consigo.
(Lucas 1, 26-38) «No temas, María, porque has hallado gracia cerca de Dios. He aquí que vas a concebir en tu seno, y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús»
(Lucas 1, 26-38) El Ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea llamada Nazaret, a una virgen prometida en matrimonio a un varón, de nombre José, de la casa de David; y el nombre de la virgen era María. Y entrando donde ella estaba, le dijo: «Salve, llena de gracia; el Señor es contigo»
(Lucas 1, 46-55) «Glorifica mi alma al Señor, y mi espíritu se goza en Dios mi Salvador, porque ha mirado la pequeñez de su esclava»
(Lucas 2, 33-35) «Este niño ha sido puesto para ruina y resurgimiento de muchos en Israel, […] Y a ti, una espada te atravesará el alma»
(Mateo 1, 18-23) «He aquí que la virgen concebirá y dará a luz un hijo, a quien pondrán el nombre de Emmanuel, que quiere decir Dios-con-nosotros»
La costumbre católica de consagrar a los hijos luego el rito del Sacramento del Bautismo a la Madre de Dios, tiene como objetivo pedir la intercesión de la Santísima Virgen María sobre el nuevo miembro de la Iglesia, para que abogue por él, le asista y le proteja en todos los ámbitos de su vida.
El padre y maestro de la juventud, San Juan Bosco, fue una incomparable figura que ha movido los corazones de jóvenes y adultos a lo largo de su vida, siempre con dulzura y mucha alegría. ¿Cuál era el secreto de Don Bosco? Los prudentes consejos que recibió de la Madre del Cielo.
(Mateo 1, 18-24) «Todo esto sucedió para que se cumpliese lo que había dicho el Señor por el Profeta: “Mirad: la Virgen concebirá y dará a luz un hijo y le pondrá por nombre Emmanuel, que significa “Dios-con-nosotros”».
La imagen de la Virgen de Guadalupe que apareció en la tilma de San Juan Diego es un «códice» en el que se pueden apreciar varios elementos con un gran significado. La tilma con la figura de la Virgen de Guadalupe es una imagen «aqueropita», es decir que no fue hecha por manos humanas y es fruto de la intervención divina.
La Inmaculada Concepción de María es el Dogma de fe que declara que, por la gracia de Dios, la Santísima Virgen fue preservada de todo pecado desde su concepción. Meditemos en este gran misterio durante los días previos a esta Solemnidad Mariana con esta Novena dedicada a la Madre de Dios.
Quince fueron las promesas que el Beato Alan de la Roche declaró recibir de la Santísima Virgen María, promesas destinadas a quienes recen devotamente el Santo Rosario. Fue el mismo Alan quien restableció la devoción al Rosario enseñada por Santo Domingo de Guzmán apenas un siglo antes y olvidada tras su muerte.
El papa Pío IX proclamó el 8 de diciembre de 1854, en su bula Ineffabilis, que era verdad revelada por Dios y que todos los fieles tenían que creer firmemente que «la beatísima Virgen María, en el primer instante de su concepción, fue preservada inmune de toda mancha de culpa original por singular privilegio y gracia de Dios omnipotente.
¿Por qué rezar el Rosario a diario? ¿Qué beneficios trae al que cada día se pone a los pies de María con esta oración? Sor Lucía Dos Santos, una de las tres videntes de Fátima dejó por escrito en un libro las respuestas a estas cuestiones.
Cuenta la historia de los Santos que San Francisco de Asís obligó al Diablo a admitir lo que más temía, él mencionó tres cosas: el Santo Nombre de Jesús, el escapulario marrón y el Santo Nombre de María.
La Santísima Virgen María dijo: «Toma este Escapulario, todo aquel que muera llevándolo no sufrirá el fuego eterno. Será un signo de salvación, una protección en el peligro y una promesa de la paz».
San Juan Pablo II, terciario carmelita, ha sido un verdadero devoto y apóstol del Escapulario del Carmen. Y lo ha sido con el testimonio de su vida, y a través de los numerosos documentos en los que ha tratado sobre esta prenda de salvación.
Algunos testimonios de casos extraordinarios que nos animan a confiar en la protección de María, porque ninguna devoción ha sido confirmada con mayor número de milagros auténticos que el Escapulario Carmelita
De los innumerables títulos de la Madre de Dios, pocos son tan expresivos como el de Perpetuo Socorro. La milagrosa imagen venerada bajo esa invocación es rica en simbolismo. Cada 27 de junio se celebra su Fiesta.