La nueva familia de Jesús
(Mateo 12, 46-50) «He aquí a mi madre y mis hermanos. Quienquiera que hace la voluntad de mi Padre celestial, éste es mi hermano, hermana o madre»
(Mateo 12, 46-50) «He aquí a mi madre y mis hermanos. Quienquiera que hace la voluntad de mi Padre celestial, éste es mi hermano, hermana o madre»
(Mateo 10, 16-23) Y entregará a la muerte hermano a hermano y padre a hijo; y se levantarán hijos contra padres y los harán morir. Y seréis odiados de todos por causa de mi nombre; pero el que perseverare hasta el fin, ese será salvo. Cuando os persiguieren en una ciudad, huid a otra.
(Lucas 2, 22-40) «Ahora, Señor, despides a tu siervo en paz, según tu palabra , porque han visto mis ojos tu salvación, que preparaste a la faz de todos los pueblos. Luz para revelarse a los gentiles, y para gloria de Israel, tu pueblo»
(Mateo 2, 13-15. 19-23) «Levántate, toma al niño y a su madre y regresa a la tierra de Israel, porque ya murieron los que intentaban quitarle la vida al niño»
Hay que desterrar la idea de que la adopción es algo así como un «premio consuelo», o segunda opción: sean biológicos o adoptivos, los hijos son siempre un regalo inmenso e inmerecido que Dios nos da.
El matrimonio está en crisis y, con él, la familia. Sor Lucía, vidente de las apariciones de la Virgen en Fátima, escribió hace unos años que la última batalla entre Dios y Satanás sería la que se libraría contra la familia y el matrimonio, así que no tiene que extrañarnos demasiado la confusión que reina en la sociedad.
Para los niños, los padres son espejos de perfección. El padre es la imagen de la fortaleza; la madre, de la bondad. Ambas imágenes se confunden en cierto modo, personificando la justicia soberana y la bondad misericordiosa de Dios.
Los huérfanos digitales» o «huérfanos cibernéticos» son aquellos niños cuyos padres les permiten sumergirse en las pantallas no solo en casa, sino en la calle, en el coche, etc… sin restricción alguna, algo que pone en serio riesgo la vida familiar.
¿Por qué hay matrimonios permanecen siempre como si fueran recién casados y otros, sin embargo, se oxidan? Esta es la pregunta que con frecuencia se ha hecho George Leo Thomas, durante sus cuarenta años como sacerdote y obispo.
Lightyear es un spin-off de la película «Toy Story», que narra la historia de origen del guardabosques espacial Buzz Lightyear. Durante una misión espacial, nuestro personaje descubre que su compañera de trabajo tiene una relación homosexual.
¿Cómo es que las parejas casadas pueden vivir en armonía en un mundo que los empuja en tantas direcciones opuestas? ¿Cómo podemos traer a Cristo Jesús a nuestros hogares cuando ya se nos acaban las fuerzas? San Juan Crisóstomo nos da dos respuestas claves a estas preguntas: «Las parejas casadas deben rezar y leer la Escritura día a día, y evitar el pecado grave. Si un matrimonio se esfuerza para lograr estas cosas, recibirán consuelo y encontrarán la armonía».
(Mateo 10, 34-42) Quien ama a su padre o a su madre más que a Mí, no es digno de Mí; y quien ama a su hijo o a su hija más que a Mí, no s digno de Mí. Quien no toma su cruz y me sigue, no es digno de Mí. Quien halla su vida, la perderá; y quien pierde su vida por Mí, la hallará.
La paternidad no es, ante todo, un fenómeno fisiológico, psicológico, legal o social. Ponerlo en cualquiera de estas cajas sería reducirlo a un hecho duro, como la traición a la personalidad que se ve en las lecciones de estadística y anatomía, o envolverlo en sentimentalismo y convención.
Tener una mascota es sencillo. Asegúrese de que se satisfagan sus necesidades básicas y todo estará bien. No se necesita nada heroico. Todavía puede experimentar las “cosas buenas” de la vida: una noche tranquila a solas, una noche en la ciudad o unas vacaciones extravagantes. Pero, cuando crías a un niño, las cosas son diferentes.
Debido al alto ritmo de vida que llevan muchos padres de familia el tiempo para estar con sus hijos es muy reducido, por ello, es preciso invertir «tiempo de calidad con los hijos» afirma experta.
En su momento, Mons. Fulton Sheen identificó tres signos que caracterizan lo diabólico del mundo presente: la desnudez, la violencia y la división, características que adquieren hoy tintes proféticos
En los momentos de crisis nuestra alma se encuentra en una «turbulencia espiritual», y un mal consejo puede hacer mucho daño, al extremo de destruir una familia. Es por eso que el diálogo en un matrimonio es importantísimo, y a veces es lo que más falta.
La familia es el primer hábitat natural del ser humano: «El hombre necesita no sólo una morada donde vivir, sino sobre todo, necesita un hogar donde se sienta acogido y comprendido. Fuera de él las relaciones se hacen superficiales y susceptibles de rechazos e incomprensiones. El hogar debe ser para el hombre un espacio de libertad» (Discurso Roger Texier).
Se trata de crear en la casa una atmósfera sagrada que permita que los niños crezcan en un ambiente sano y santo.
Las mujeres están llamadas a encender la llama de lo divino en las almas de los hombres y los niños que ama. Están llamadas a revelar lo mejor del amor de Dios y a ofrecer a quienes los rodean las formas de encontrar ese amor.