Nuestro peregrinar en la tierra, nuestro peregrinar hacia el cielo
Desde tiempos inmemoriales, los cristianos realizan estos actos de culto llamados «procesiones» o «peregrinaciones» para manifestar con eso su devoción, su estado de «caminantes» en este mundo, y su corazón contrito delante de Dios. Una procesión no es otra cosa que una marcha ordenada y piadosa donde se ruega a Dios una gracia particular.