Transfiguración y presencia de Dios en lo ordinario
(Lucas 9, 28-36) «Maestro, sería bueno que nos quedáramos aquí y que hiciéramos tres chozas: una para ti, una para Moisés y otra para Elías»
(Lucas 9, 28-36) «Maestro, sería bueno que nos quedáramos aquí y que hiciéramos tres chozas: una para ti, una para Moisés y otra para Elías»
El valor de los escritos de Newman permanece relevante, particularmente sus “Sermones parroquiales”. En «El valor de los sentimientos en la vida cristiana» (1831), advierte sobre el emotivismo, instando a fundamentar la vida espiritual en principios sólidos.
En un mundo en el que la tecnología avanza, el trabajo, el estudio y las formas de comunicación se realizan de forma virtual, es necesario afrontar el gran desafío de que «el mundo digital y sus elementos» son simples herramientas.
Las almas que están en el Purgatorio no pueden hacer nada por ellas mismas, necesitan de nuestras oraciones, sacrificios y limosnas. Es un gran acto de caridad rezar por nuestros familiares y amigos difuntos que han partido de este mundo y no tomar por hecho que «ya descansan en paz».
¿Cómo podemos ser cristianamente pacíficos sin ser mundanamente pacifistas? En la clase en vivo de hoy hablaremos sobre este asunto.
La acedia es la flojera o la pereza en el plano espiritual y religioso. ¿Cómo vencer ese vicio?
Tradicionalmente, en todo el orbe católico, se ha dedicado el mes de mayo a la Virgen María, debido a que en el Hemisferio Norte inicia la primavera y las flores muestran todo su esplendor, siendo la Madre de Dios la más bella flor del jardín de Dios.
«Las razones por las que el bienaventurado San José debe ser considerado especial patrono de la Iglesia, y por las que a su vez, la Iglesia espera muchísimo de su tutela y patrocinio, nacen principalmente del hecho de que él es el esposo de María y padre putativo de Jesús. De estas fuentes ha manado su dignidad, su santidad, su gloria».
Debemos vencer a los tres enemigos que obstaculizan que como hijos de Dios alcancemos el cielo. Ellos son: el mundo, el demonio y la carne. De aquí proviene la necesidad, para el cristiano, de la mortificación.
El mejor gesto que cualquier cristiano puede hacer es asistir a Misa y recibir la Santa Comunión con fe, devoción, veneración y especialmente con gran amor.
La oración es el medio más necesario y seguro para alcanzar la salvación y todas las gracias que ella acarrea. Sin la gracia de Dios no podemos resistir a muchos y poderosos enemigos. Y esta gracia sólo se da a los que rezan; por tanto, sin oración no hay victoria y no hay salvación.
La devoción de los nueve viernes dedicados al Sagrado Corazón de Jesús es una práctica sencilla y hermosa con la que podemos ganarnos el cielo.
Son pocas las almas que contemplan Mi Pasión con verdadero sentimiento; a las almas que meditan devotamente Mi Pasión, les concedo el mayor número de gracias
(Mateo 12, 46-50) «¿Quién es mi madre y quiénes son mis hermanos?»
(Mateo 6, 7-15) «Si ustedes perdonan las faltas a los hombres, también a ustedes los perdonará el Padre celestial».
(Mateo 6, 1-6; 16-18) «Tú, en cambio, cuando vayas a orar, entra en tu cuarto, cierra la puerta y ora ante tu Padre, que está allí, en lo secreto; y tu Padre, que ve lo secreto, te recompensará»
La reparación surge como el movimiento natural de la consagración al Sagrado Corazón; y además constituye el principio vital que la anima y la consuma. Si la consagración es como el abrazo a Cristo, la reparación es el corazón con el que se abraza.
Un sacerdote propone varias formas de celebrar Mayo, el mes de María, y así manifestar nuestro amor y devoción a la Santísima Virgen María en el mes consagrado a ella.
San Luis María Grignion de Montfort explica en su Tratado de la Verdadera Devoción a la Virgen María que la plenitud de nuestra perfección consiste en asemejarnos, vivir unidos y consagrados a Jesucristo.
Habrá Semana Santa, porque los cristianos no podemos dejar de hacer memoria de Jesucristo, muerto y resucitado por nosotros», explica.