Cómo ganar el cielo en 9 meses
La devoción de los nueve viernes dedicados al Sagrado Corazón de Jesús es una práctica sencilla y hermosa con la que podemos ganarnos el cielo.
La devoción de los nueve viernes dedicados al Sagrado Corazón de Jesús es una práctica sencilla y hermosa con la que podemos ganarnos el cielo.
Cuenta San Luis María Grignion de Montfort, en su libro «El Secreto Admirable del Santísimo Rosario», que en una ocasión estaba Santo Domingo de Guzmán predicando el Rosario y le llevaron un hereje albigense poseso por demonios, a quien exorcizó en presencia de una gran muchedumbre. Este milagro fue causa de la conversión de gran número de herejes.
Son pocas las almas que contemplan Mi Pasión con verdadero sentimiento; a las almas que meditan devotamente Mi Pasión, les concedo el mayor número de gracias
No podemos permitir que la pandemia se convierta en el último golpe del enemigo contra la Eucaristía. De lo contrario, no necesitaremos una «nueva teología» para una «nueva normalidad», porque no habrá más espacio para el Reino de Dios. Solo para el anticristo.
Tópicos para conocer la devoción al Inmaculado Corazón de María según lo que enseña la Iglesia Católica.
El Papa Francisco dispuso que las invocaciones Marianas «Mater Misericordiae», «Mater Spei» y «Solacium migrantium» sean incorporadas a las letanías Lauretanas que se rezan al final del Santo Rosario.
La vidente de Fátima nos da tantas razones claras del por qué la devoción al Inmaculado Corazón de María es esencial.
Pío XI pidió al orbe católico realizar actos de reparación al Sacratísimo Corazón de Jesús, «para que se reparen nuestras culpas y se resarzan los derechos violados de Cristo, Sumo Rey y amantísimo Señor».
La reparación surge como el movimiento natural de la consagración al Sagrado Corazón; y además constituye el principio vital que la anima y la consuma. Si la consagración es como el abrazo a Cristo, la reparación es el corazón con el que se abraza.
Un sacerdote propone varias formas de celebrar Mayo, el mes de María, y así manifestar nuestro amor y devoción a la Santísima Virgen María en el mes consagrado a ella.
San Luis María Grignion de Montfort explica en su Tratado de la Verdadera Devoción a la Virgen María que la plenitud de nuestra perfección consiste en asemejarnos, vivir unidos y consagrados a Jesucristo.
La guerra que nos hace el demonio no tiene más objeto que haceros abandonar la oración.
La Sabana Santa es la reliquia más estudiada científicamente que tiene la Iglesia y la más emocionante, porque nos ofrece la auténtica fotografía de Jesucristo que está autografiada con su Sangre.
Cristo Triunfante y glorioso vence a la muerte. El Rey victorioso que nos comunica la salvación y la vida eterna.
Muchos artistas han pintado a lo largo de la historia a Cristo Resucitado con una bandera ondeando en una de sus manos, pero ¿qué significado tiene tal estandarte?
Las visiones de la Beata Ana Catalina Emmerick nos revelan ese misterio.
Habrá Semana Santa, porque los cristianos no podemos dejar de hacer memoria de Jesucristo, muerto y resucitado por nosotros», explica.
Recuperemos esa sana costumbre de rezar unidos en las crisis. Tengamos fe en que Dios nos puede librar de todo mal, si es su voluntad y si conviene para nuestra salvación. Pidamos por la intercesión de San Roque el fin de esta pandemia que azota el mundo entero.
En tiempos de la pandemia de Coronavirus es fácil caer presa de la angustia y la desesperación, pero poniendo la mirada y la confianza en Dios y en la Santísima Virgen se superará esta prueba. Varios santos, a lo largo de la historia, han sido testimonio de fe y confianza en momentos de dificultad. Uno de ellos fue San Juan Bosco, quien en 1854 – pocos años antes de que fundara la Congregación Salesiana-, vivió junto con sus hijos espirituales – cerca de cien adolescentes del oratorio de Turín- la epidemia del cólera que por entonces afectó fuertemente a la ciudad italiana.
Los textos de esta novena de San José, a excepción de algunos himnos, han sido extraídos de la Sagrada Escritura, de la Liturgia de la solemnidad de San José y de los escritos de los Santos del Carmelo.
Para ayudar a los católicos a purificarse en este mundo, la Iglesia concede a sus fieles la gracia de las Indulgencias. La cuaresma, tiempo de conversión y un llamado a incrementar la práctica de la oración, el ayuno y la limosna; es ocasión propicia para ganarse Indulgencia Plenaria.
Durante este tiempo propicio de oración y penitencia, podemos asumir la práctica de la «Lectio Divina», de modo que la Palabra de Dios ablande nuestros corazones.