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Indulgencia plenaria en la Solemnidad del Sagrado Corazón de Jesús: Acto de Desagravio

Pío XI pidió al orbe católico realizar actos de reparación al Sacratísimo Corazón de Jesús, «para que se reparen nuestras culpas y se resarzan los derechos violados de Cristo, Sumo Rey y amantísimo Señor».
Indulgencia plenaria en la Solemnidad del Sagrado Corazón de Jesús: Acto de Desagravio

La Iglesia concede Indulgencia Plenaria por la Solemnidad del Sagrado Corazón de Jesús al fiel que recite públicamente este bellísimo Acto de Reparación.

Dice el Manual de Indulgencias en el punto 26: «Se concede indulgencia parcial al fiel cristiano que rece piadosamente el siguiente Acto de Reparación «¡Oh dulcísimo Jesús…». La Indulgencia será Plenaria si este Acto se reza públicamente en la Solemnidad del Sagrado Corazón de Jesús.

Descargar Aquí el PDF de esta Oración.

ACTO DE DESAGRAVIO DE PÍO XI

¡Oh dulcísimo Jesús, cuyo inmenso amor a los hombres no ha recibido en pago, de los ingratos, más que olvido, negligencia y menosprecio! Vednos postrados ante vuestro altar, para reparar, con especiales homenajes de honor, la frialdad indigna de los hombres y las injurias con que, en todas partes, hieren vuestro amantísimo Corazón.

Mas recordando que también nosotros alguna vez nos manchamos con tal indignidad de la cual nos dolemos ahora vivamente, deseamos, ante todo, obtener para nuestras almas vuestra divina misericordia, dispuestos a reparar, con voluntaria expiación, no sólo nuestros propios pecados, sino también los de aquellos que, alejados del camino de la salvación y obstinados en su infidelidad, o no quieren seguiros como a Pastor y Guía, o, conculcando las promesas del Bautismo, han sacudido el suavísimo yugo de vuestra ley.

Nosotros queremos expiar tan abominables pecados, especialmente la inmodestia y la deshonestidad de la vida y de los vestidos, las innumerables asechanzas tendidas contra las almas inocentes, la profanación de los días festivos, las execrables injurias proferidas contra vos y contra vuestros Santos, los insultos dirigidos a vuestro Vicario y al Orden Sacerdotal, las negligencias y horribles sacrilegios con que es profanado el mismo Sacramento del amor y, en fin, los públicos pecados de las naciones que oponen resistencia a los derechos y al magisterio de la Iglesia por vos fundada.

¡Ojalá que nos fuese dado lavar tantos crímenes con nuestra propia sangre! Mas, entretanto, como reparación del honor divino conculcado, uniéndola con la expiación de la Virgen vuestra Madre, de los Santos y de las almas buenas, os ofrecemos la satisfacción que vos mismo ofrecisteis un día sobre la cruz al Eterno Padre y que diariamente se renueva en nuestros altares, prometiendo de todo corazón que, en cuanto nos sea posible y mediante el auxilio de vuestra gracia, repararemos los pecados propios y ajenos y la indiferencia de las almas hacia vuestro amor, oponiendo la firmeza en la fe, la inocencia de la vida y la observancia perfecta de la ley evangélica, sobre todo de la caridad, mientras nos esforzamos además por impedir que seáis injuriado y por atraer a cuantos podamos para que vayan en vuestro seguimiento.

¡Oh benignísimo Jesús! Por intercesión de la Santísima Virgen María Reparadora, os suplicamos que recibáis este voluntario acto de reparación; concedednos que seamos fieles a vuestros mandatos y a vuestro servicio hasta la muerte y otorgadnos el don de la perseverancia, con el cual lleguemos felizmente a la gloria, donde, en unión del Padre y del Espíritu Santo, vivís y reináis, Dios por todos los siglos de los siglos. Amén.

(Cuando se reza esta oración en otras ocasiones se alcanza Indulgencia Parcial).

Pío XI pidió al orbe católico realizar actos de reparación al Sacratísimo Corazón de Jesús, «para que se reparen nuestras culpas y se resarzan los derechos violados de Cristo, Sumo Rey y amantísimo Señor».

En su Encíclica Miserentissimus Redemptor, sobre la expiación que todos deben al Sagrado Corazón De Jesús, el Papa Pío XI nos refiere que esta devoción santamente establecida y mandada a toda la Iglesia, muchos y preclaros bienes producirá no sólo a los individuos, sino a la sociedad sagrada, a la civil y a la doméstica, ya que el mismo Redentor prometió a Santa Margarita María «que todos aquellos que con esta devoción honraran su Corazón, serían colmados con gracias celestiales».

Hagamos actos de reparación para desagraviar el Sacratísimo Corazón de Jesús, rezando esta oración elaborada por Pío XI.

También te puede interesar: La reparación, alma de la consagración al Sagrado Corazón

CONDICIONES PARA GANAR INDULGENCIA PLENARIA

1. Tener la intención de ganar Indulgencias.
2. Confesión Sacramental. La confesión puede hacerse el mismo día que se quiere ganar la indulgencia o bien, como se dijo: 8 días antes o bien, 8 días después.
3. Comunión Eucarística. Se debe comulgar el mismo día que se quiere ganar la indulgencia plenaria.
4. Orar por las intenciones del Santo Padre (Padre Nuestro, Ave María y Gloria) para afirmar la propia pertenencia a la Iglesia, cuyo fundamento y centro visible de unidad es el Romano Pontífice.
5. No tener afecto a pecado alguno (ni venial siquiera). Tener la intención de evitar cualquier tipo de pecado.
Nota: La indulgencia plenaria solo puede ser adquirida una vez en el transcurso del día.

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2 comentarios en “Indulgencia plenaria en la Solemnidad del Sagrado Corazón de Jesús: Acto de Desagravio”

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