La vocación siempre implica renuncias
(Mateo 13, 44-46) «También, el reino de los cielos es semejante a un mercader en busca de perlas finas. Habiendo encontrado una de gran valor, fue y vendió todo lo que tenía, y la compró»
(Mateo 13, 44-46) «También, el reino de los cielos es semejante a un mercader en busca de perlas finas. Habiendo encontrado una de gran valor, fue y vendió todo lo que tenía, y la compró»
(Mateo 9, 35—10, 8) «La cosecha es mucha y los trabajadores, pocos. Rueguen, por lo tanto, al dueño de la mies que envíe trabajadores a sus campos»
(Mateo 3, 1-12) Este es de quien habló el profeta Isaías cuando dijo: «Voz de uno que dama en el desierto: Preparad el camino del Señor, enderezad sus sendas»
(Mateo 10, 34-42) Quien ama a su padre o a su madre más que a Mí, no es digno de Mí; y quien ama a su hijo o a su hija más que a Mí, no s digno de Mí. Quien no toma su cruz y me sigue, no es digno de Mí. Quien halla su vida, la perderá; y quien pierde su vida por Mí, la hallará.
(Mateo 9, 36-38; 10-1-8) «El reino de los cielos se ha acercado. Sanad enfermos, resucitad muertos, limpiad leprosos, echad fuera demonios».
La verdadera santidad consiste en el exacto cumplimiento de la ley de Dios y en un empeño vivo de crecer en la virtud. En cualquier estado de vida en el que te encuentres eres capaz de amar a Dios y alcanzar la santidad, ya que en todos los estados hubo santos, y se hicieron santos justamente por la gracia de este amor.
Los estados de la vida son los caminos que, según el orden de la divina Providencia, nos guían y nos llevan a nuestro último fin. Es una tentación imaginarnos que obraríamos mejor en otro estado que en el que hemos abrazado. ¡Qué error no ocupar la imaginación sino en lo que se haría si se estuviera en otro puesto, y no cuidar de cumplir con las obligaciones del empleo que se tiene!
Existen algunas actitudes que los padres de familia deben reconocer en sus hijos ante la aparición de algunos rasgos vocacionales. El P. Emvin Busuttil da a los padres algunas ideas sobre cómo deben comportarse si acaso alguno de sus hijos es llamado por Dios para su servicio. Si consideramos la vocación a la luz de la fe, es un honor para los padres de familia tener entre sus hijos a un escogido, uno que ha atraído sobre sí las miradas del Omnipotente.
¿Cuál es el mejor modo de preparar a nuestros hijos para que den su propio «fiat» a la llamada vocacional?
Es necesario que los Padres entrenen a sus hijos para que escuchen la llamada vocacional de Dios.
Para abrazar la vocación y discernir la inclinación del corazón es necesario que los Padres o el mismo joven interesado conozcan las señales de la verdadera vocación, señales no definitivas, pero que podrían abrir caminos para conocer la elección del estado de vida. El Padre Emvin pretende que a partir de estos enunciados las almas que aspiran a la búsqueda de Dios, puedan disipar sus dudas.
¿Cómo pueden los padres de familia reconocer una vocación desde el punto de vista de la psicología del llamado? Antes de dar un juicio exacto y concreto es preciso que se manifiesten en el joven algunas señales objetivas y sólidas que revelan a un alma capaz de ser llamada a esa misión tan noble.
Muchas veces la vocación está ahí, es cuestión es reconocerla. El autor del Libro “Las vocaciones. Encontrarlas, examinarlas y probarlas”, el P. Emvin Busuttil, nos deja algunos casos de cómo Dios va llamando a las almas para servirle.