Tener el corazón donde está Cristo, en el Cielo
(Marcos 16, 15-20) «Id por el mundo entero, predicad el Evangelio a toda la creación. Quien creyere y fuere bautizado, será salvo; más, quien no creyere, será condenado […]»
(Marcos 16, 15-20) «Id por el mundo entero, predicad el Evangelio a toda la creación. Quien creyere y fuere bautizado, será salvo; más, quien no creyere, será condenado […]»
(Juan 16, 16-20) «Les aseguro que ustedes llorarán y se entristecerán, mientras el mundo se alegrará».
(Juan 15, 9-17) «Mi mandamiento es que os améis unos a otros, como Yo os he amado. Nadie puede tener amor más grande que dar la vida por sus amigos. Vosotros sois mis amigos, si hacéis esto que os mando»
(Juan 15, 1-8) «Si vosotros permanecéis en Mí, y mis palabras permanecen en vosotros, todo lo que queráis, pedidlo, y lo tendréis: En esto es glorificada mi Padre: que llevéis mucho fruto, y seréis discípulos míos»
(Juan 15, 1-8) «Yo soy la vid verdadera, y mi Padre es el viñador. Todo sarmiento que, estando en Mí, no lleva fruto, lo quita, pero todo sarmiento que lleva fruto, lo limpia, para que lleve todavía más fruto».
(Juan 10, 11-18) «Yo soy el pastor, el Bueno. El buen pastor pone su vida por las ovejas. Mas el mercenario, el que no es el pastor, de quien no son propias las ovejas, viendo venir al lobo, abandona las ovejas y huye, y el lobo las arrebata y las dispersa; porque es mercenario y no tiene interés en las ovejas»
(Juan 10, 11-18) «Yo soy el pastor bueno, y conozco las mías, y las mías me conocen, –así como el Padre me conoce y Yo conozco al Padre– y pongo mi vida por mis ovejas»
(Lucas 24, 35-48) «Así estaba escrito que el Cristo sufriese y resucitase de entre los muertos al tercer día, y que se predicase, en su nombre el arrepentimiento y el perdón de los pecados a todas las naciones, comenzando por Jerusalén. Vosotros sois testigos de estas cosas»
(Lucas 24, 35-48) «Así estaba escrito que el Cristo sufriese y resucitase de entre los muertos al tercer día , y que se predicase, en su nombre el arrepentimiento y el perdón de los pecados a todas las naciones, comenzando por Jerusalén. Vosotros sois testigos de estas cosas»
(Juan 3, 16-21) Porque todo el que obra mal, odia la luz y no viene a la luz, para que sus obras no sean reprobadas. Al contrario, el que pone en práctica la verdad, viene a la luz, para que se vea que sus obras están hechas en Dios.
(Juan 21, 1-14) Aproximóse Jesús y tomando el pan les dio, y lo mismo del pescado. Esta fue la tercera vez que Jesús, resucitado de entre los muertos, se manifestó a sus discípulos.
(Marcos 11, 1-10) «¡Hosanna! ¡Bendito sea el que viene en el nombre del Señor! ¡Bendito sea el advenimiento del reino de nuestro padre David! ¡Hosanna en las alturas!»
(Marcos 11, 1-10) «¡Hosanna! ¡Bendito sea el que viene en el nombre del Señor! ¡Bendito sea el advenimiento del reino de nuestro padre David! ¡Hosanna en las alturas!»
(Juan 12, 20-33) «Si alguno me quiere servir, sígame, y allí donde Yo estaré, mi servidor estará también; si alguno me sirve, el Padre lo honrará»
(Juan 3, 14-21) «Y como Moisés, en el desierto, levantó la serpiente, así es necesario que el Hijo del hombre sea levantado. Para que todo el que cree tenga en Él vida eterna»
(Juan 3, 14-21) «Y como Moisés, en el desierto, levantó la serpiente, así es necesario que el Hijo del hombre sea levantado. Para que todo el que cree tenga en Él vida eterna»
(Juan 2, 13-25) «Quitad esto de aquí; no hagáis de la casa de mi Padre un mercado»
(Lucas 6, 36-38) «Sed misericordiosos como es misericordioso vuestro padre. No juzguéis, y no seréis juzgados; no condenéis, y no seréis condenados; absolved, y se os absolverá»
(Marcos 9, 2-10) Vino, entonces, una nube que los cubrió con su sombra, y de la nube una voz se hizo oír: «Éste es mi Hijo, el Amado. ¡Escuchadlo!»
(Marcos 1, 12-15) «El tiempo se ha cumplido, y se ha acercado el reino de Dios. Arrepentíos y creed en el Evangelio»