Vida de San José según la Beata Ana Catalina Emmerick (III)
José tuvo que morir antes que Jesús pues no hubiera podido sufrir la crucifixión del Señor: era demasiado débil y amante.
José tuvo que morir antes que Jesús pues no hubiera podido sufrir la crucifixión del Señor: era demasiado débil y amante.
Las bodas de María y José, que duraron de seis a siete días, fueron celebradas en Jerusalén en una casa situada cerca de la montaña de Sión que se alquilaba a menudo para ocasiones semejantes.
En este inicio de Cuaresma, tomemos a San José como nuestro modelo a seguir. Al negarnos a los placeres mundanos, podemos aprender a sacar de Cristo y su Madre nuestro gozo y fortaleza. Él es ejemplo de la vida oculta, la vida interior: lo que más agrada a Dios, y a lo que estamos llamados a imitar durante el ayuno.
La Iglesia aconseja no comparar a los santos. Pero San José, por haber sido el padre legal de Nuestro Señor y el casto esposo de María Santísima, alcanzó un grado de santidad y de gloria sin par en toda la Iglesia.
Los padres encontraban a San José demasiado simple y rutinario; les parecía mal que amara tanto la oración y el trabajo manual.
Las tierras del lejano Oriente conocieron la figura de Cristo gracias al sobrehumano esfuerzo apostólico de San Francisco Javier. Su
Uno de los santos más destacado del siglo XX, el santo de los estigmas, el Padre Pío de Pietrelcina.
Decía el Padre Pío «El día que las personas dejen de horrorizarse por el aborto será el día más terrible para la humanidad. El aborto no es sólo un homicidio, sino también un suicidio. ¿No deberíamos tener la valentía de manifestar nuestra fe frente a los que cometen dos crímenes en un solo acto?»
El amor entrañable del Padre Pío a la Santísima Virgen María se expresaba de modo particular por el rezo del Santo Rosario. Él siempre llevaba un rosario enrollado en la mano o en el brazo, como un arma contra toda clase de enemigos. Lo rezaba continuamente. En una nota, dejó escrito: «Diariamente recitaré no menos de cinco rosarios completos».
Mons. Fulton Sheen desea que todos tengamos una experiencia similar a la suya con la Hora Santa, por ello nos enseña que «El objetivo de la Hora Santa es fomentar un encuentro personal y profundo con Jesucristo. El santo y glorioso Dios nos invita constantemente a acercarnos a Él, conversar con Él, para pedirle las cosas que necesitamos y para experimentar la bendición de la amistad con Él».
Ante la pandemia de su tiempo, San Gregorio Magno exhortó a los suyos a levantar la mirada a Dios y fortalecerse con los remedios eficaces que ofrece la Iglesia: la oración y la penitencia.
San Ramón nació en circunstancias dramáticas, su mamá murió en el parto antes de que él viese la luz, por lo que debió ser sacado del vientre materno por medio de una intervención quirúrgica de urgencia.
El «más grande de entre los nacidos de mujer» murió mártir, víctima de la fe y de la misión que había desarrollado. La figura de Juan el Bautista nos habla de un hombre valiente que no tuvo falsas prudencias.
«Probablemente no ha habido en América un misionero que con sus predicaciones haya logrado más conversiones que las que Santa Rosa de Lima obtuvo con su oración y sus mortificaciones», dijo el Papa Inocencio IX al referirse a ella. Y es a esta primera santa de América, la flor más bella que ha producido este continente, a quien dedicamos este artículo.
El testamento espiritual que San Luis, rey de Francia, dejó a su hijo nos recuerda verdades que no se oyen en estos tiempos de la boca de nuestros gobernantes y mucho menos, de los padres de familia.
Cuenta San Luis María Grignion de Montfort, en su libro «El Secreto Admirable del Santísimo Rosario», que en una ocasión estaba Santo Domingo de Guzmán predicando el Rosario y le llevaron un hereje albigense poseso por demonios, a quien exorcizó en presencia de una gran muchedumbre. Este milagro fue causa de la conversión de gran número de herejes.
Toda la doctrina espiritual de San Alfonso está impregnada de un gran espíritu mariano. Este santo puso en la base de su mariología dos principios inspiradores, la maternidad divina de María y su participación en la obra de la Redención. En sus escritos, invita a los lectores a confiar siempre en el cuidado maternal de la Madre de Dios: “¡Bienaventurado el que siempre, en las batallas contra el infierno, invoca el hermosísimo nombre de María!”
(Juan 15, 9-17) «Como mi Padre me amó, así Yo os he amado: permaneced en mi amor. Si conserváis mis mandamientos, permaneceréis en mi amor, lo mismo que Yo, habiendo conservado los mandamientos de mi Padre, permanezco en su amor»
«Ora et labora»(ora y trabaja) es el famoso lema del gran San Benito Abad, Patrono de Europa y Patriarca de los monjes en Occidente. Por su legado e influencia sigue siendo uno de los Santos más venerados de toda la cristiandad.
El hombre que asesinó a Santa María Goretti se convierte y termina sus días Santamente.