Coronilla de la Divina Misericordia
Nuestro Señor Jesucristo encomendó a Sor Faustina Kowalska adorar la hora de su muerte: «Cuántas veces oigas el reloj dando las tres, sumérgete en Mi misericordia, adorándola y glorificándola (…)»
Nuestro Señor Jesucristo encomendó a Sor Faustina Kowalska adorar la hora de su muerte: «Cuántas veces oigas el reloj dando las tres, sumérgete en Mi misericordia, adorándola y glorificándola (…)»
Ésta es nuestra gran fiesta nos alegramos porque nos ha justificado su gracia, pues fue entregado por nuestros pecados y resucitó para nuestra justificación- explica San Agustín – en uno de sus Sermón sobre la Resurrección.
Durante el tiempo pascual, la Iglesia Universal se une en la oración del Regina Coeli o Reina del Cielo.
La Pascua, tiempo de alegría y gozo. Es la Pascua de Cristo, del Señor, que ha pasado de la muerte a la vida, a su existencia definitiva y gloriosa. Aquí le presentamos unas preguntas que lo ayudarán a entender este gran misterio que celebramos con júbilo.
Ya Cristo resucitado al día siguiente al sábado, en el Día del Señor, los cristianos, durante siete semanas, hasta Pentecostés, celebramos la Cincuentena de Gracias a la Encarnación del Hijo divino, a su pasión y resurrección como «un gran domingo» (San Atanasio), como «un domingo continuado», imagen de la vida celestial.
El tiempo de Pascua, es un tiempo para recoger las gracias, los regalos que Dios nos da por medio de su Gloriosa Resurrección.
«Mujer, he ahí a tu hijo; Hijo he ahí a tu madre» y desde ese momento el discípulo acogió a María y la llevó a su casa. Por la tradición, sabemos que el discípulo amado, Juan, llevó a la Santísima Virgen María después de la Resurrección del Señor a Éfeso, en dónde vivió sus últimos días.
«Durante el Sábado santo la Iglesia permanece junto al sepulcro del Señor, meditando su pasión y su muerte, su descenso a los infiernos y esperando en oración y ayuno su resurrección» (Circ 73).
El Tiempo de Pascua se inicia el Domingo de Resurrección y se extiende por cincuenta días. El último de éstos se celebra la Solemnidad de Pentecostés. Te presentamos un resumen de las principales indicaciones litúrgicas de este tiempo.
Reflexiones sobre la Noche de Pascua: “De qué nos serviría haber nacido, si no hubiéramos sido rescatados”.
¡Oh admirable poder de la cruz! ¡Oh inefable gloria de la pasión! En ella está el tribunal del Señor, el juicio del mundo y el poder del crucificado.
Un joven preguntó: “¿Por qué el crucifijo está en el centro del templo cuando tenemos al Sagrario?” Un anciano le respondió: “Porque aquel sagrario no hubiese estado ahí si Cristo no hubiera muerto en la cruz”.
«Cuando contemples a Cristo en su Pasión, en el Huerto de los Olivos, en el pretorio o en la Cruz, recuerda que está cargando con tus pecados concretos, los tuyos, los de cada uno de los días de tu vida, y que esa carga es más pesada que el madero mismo que tuvo que llevar sobre sus hombros. ¡Recuérdalo y llora! » (Bruno M.).
Las Siete Palabras son expresiones dichas por Cristo en su agonía en la Cruz. Jesucristo es la primera y eterna palabra de Dios; por eso cada una de sus palabras están revestidas de eternidad. “El cielo y la tierra pasarán, mas mis palabras no pasarán.” (Mateo 24:35).
Tristeza, angustia, rodillas temblorosas, traición, abandono de los amigos, burlas, salivazos, puñetazos, caídas, dolor… todo esto lo sufrió Nuestro Señor Jesucristo en su dolorosa pasión y pudo ser contemplado en una visión mística por la Beata Ana Catalina Emerich, cuyos escritos nos ayudan a meditar en este gran misterio de la redención humana.
Los días santos nos introducen al silencio y la reflexión para meditar en la pasión, muerte y resurrección de nuestro Señor Jesucristo. Para adentrarnos en el ambiente de la Semana Santa les ofrecemos el Podcast de «La amarga pasión de Nuestro Señor Jesucristo» según las visiones de la Beata Ana Catalina Emmerick.
Estas visitas y la oración en cada sitio simboliza el acompañamiento de los fieles a Jesús en su agonía final.
La Iglesia ofrece a los fieles estas oportunidades para ganar Indulgencias Plenarias durante el Santo Triduo Pascual, según el Manual de Indulgencias.
La Pasión de Cristo es suficiente para transformar totalmente nuestra vida. Pues quien desea vivir con perfección, no debe hacer otra cosa que despreciar lo que Cristo despreció en la cruz, y desear lo que Cristo deseó. Ningún ejemplo de virtud está ausente de la cruz.
Hacia el final de la Cuaresma todos se preparan para el «Triduo Pascual». Esta palabra quizá algo extraña no significa otra cosa que los tres días en que se celebran los eventos de la Pasión, Muerte y Resurrección de Nuestro Señor Jesucristo.