Los días santos nos introducen al silencio y la reflexión para meditar en la pasión, muerte y resurrección de nuestro Señor Jesucristo. Para adentrarnos en el ambiente de la Semana Santa les ofrecemos el Podcast de «La amarga pasión de Nuestro Señor Jesucristo» según las visiones de la Beata Ana Catalina Emmerick.
Nuestro Señor reveló a la Beata Ana Catalina que ella era la persona a la que más visiones había concedido jamás. Sin embargo, sus escritos no son parte del Magisterio de la Iglesia, y no sustituyen a la Revelación contenida en las Escrituras, pero pueden ser utilizados como una narración piadosa que puede servir a muchos para entender el peso de nuestros pecados y la grandeza del sacrificio que hizo Jesús por nosotros.
Los audios han sido grabados con la voz de la Hna. Claudia Ortiz en su versión española.
La amarga pasión de Nuestro Señor Jesucristo según las visiones de la Beata Catalina Emmerick.
Capítulo I: La agonía de Jesús
Luego de la Última Cena, Jesús se dirige con sus Apóstoles al Huerto de los Olivos; su tristeza aumenta y pide que velen y oren, pero se duermen y caen en la tentación. El alma de Jesús es asaltada por terribles visiones de los pecados de todos los siglos.
Capítulo II: Prisión de Jesús
Judas da la señal a los soldados para que apresen a Jesús, quien se entrega sin resistencia a sus verdugos; sin embargo, éstos lo maltratan y lo llevan ante el sanedrín.
Capítulo III: Jesús ante Anás y Caifás
Anás y Caifás reciben el aviso de la prisión de Jesús y convocan a los miembros del Consejo para el juicio de Jesús. Las declaraciones son contradictorias y Caifás pregunta directamente a Jesús si él es el Hijo de Dios. La Virgen Santísima, hallándose constantemente en comunicación espiritual con Jesús, sabía todo lo que le sucedía, y sufría con Él.
Capítulo IV: Jesús en la cárcel
Jesús es encerrado en prisión luego de la sentencia del sanedrín. Es maltratado por los guardias.
Capítulo V: Jesús ante Pilatos
Pilatos se niega a condenar a Jesús y lo manda a Herodes, pero éste tampoco quiere condenarlo, pero se burla de Él y lo trata como un loco.
Capítulo VI: La Flagelación
Mientras Jesús es brutalmente flagelado, sus gemidos se unen a los de los corderos ofrecidos en el templo. Sus gemidos dulces y claros se oían como una oración en medio del ruido de los golpes.
Capítulo VII: La coronación de espinas
Jesús es coronado con espinas por sus verdugos, quienes arrodillándose delante de Él le hicieron burla, le escupieron a la cara, y le abofetearon, gritándole: «¡Salve, Rey de los judíos!».
Capítulo VIII: ¡Ecce homo!
Pilatos presenta a Jesús desfigurado al pueblo, quienes gritan: ¡que muera! ¡crucíficalo!
Por cobardía, entrega al pueblo para que sea crucificado.
Capítulo IX: Pilatos pronuncia la sentencia de Jesús
Pilatos pronuncia la sentencia de Jesús: «Condeno a Jesús de Nazareth, Rey de los judíos, a ser crucificado»; y mandó traer la cruz.
Capítulo X: Jesús con la Cruz a cuestas
Cuando presentaron la cruz a Jesús, la abrazó y la besó tres veces, dirigiendo a su Padre acciones de la gracias por la redención del género humano. A su alrededor no había más que irrisión y crueldad; mas su boca rezaba y sus ojos perdonaban. En el camino, encuentra a su Madre dolorosa, quien sufre internamente todos sus dolores.
Capítulo XI: La crucifixión de Jesús
Jesús es clavado en la cruz con suma violencia, su sagrado cuerpo se contrae y da fuertes gritos de dolor. Sus gemidos eran una continua oración, que contenía ciertos pasajes de los salmos que se estaban cumpliendo en aquellos momentos. En medio de los insultos, las voces más santas saludaron con acento doloroso al Verbo humanado elevado sobre la cruz.
Capítulo XII: La muerte de Jesús
La hora del Señor había llegado: un sudor frío corrió sus miembros, Juan limpiaba los pies de Jesús con su sudario. Magdalena, partida de dolor, se apoyaba detrás de la cruz. La Virgen Santísima de pie entre Jesús y el buen ladrón, miraba el rostro de su Hijo moribundo. Entonces Jesús dijo: «¡Todo está consumado!». Después alzó la cabeza y gritó en alta voz: «Padre mío, en tus manos encomiendo mi espíritu». Fue un grito dulce y fuerte, que penetró el cielo y la tierra: en seguida inclinó la cabeza, y rindió el espíritu.
Capítulo XIII: El descendimiento del cuerpo de Jesús
Todos se sentían muy conmovidos, llenos de tristeza y de amor. En seguida descendieron despacio el santo Cuerpo, bajando escalón por escalón con las mayores precauciones. Fue un espectáculo muy tierno; tenían el mismo cuidado, las mismas precauciones como si hubiesen temido causar algún dolor a Jesús.
¡Excelente! Muchas Gracias por los audios