Hábitos diarios para las personas que desean alcanzar la santidad
La santificación es un trabajo de toda la vida y que requiere nuestro determinado esfuerzo. Nadie nace santo. Se consigue la santidad con mucho esfuerzo, pero también con la ayuda y la gracia de Dios. Todos, sin exclusión, están llamados a reproducir en sí mismos la vida y el ejemplo de Jesucristo, a caminar detrás de sus huellas.