Evangelio según san Lucas 9, 18-22
Un día que estaba orando a solas, hallándose con Él sus discípulos, les hizo esta pregunta: “¿Quién dicen las gentes que soy Yo?” Le respondieron diciendo: “Juan el Bautista; otros, que Elías; otros, que uno de los antiguos profetas ha resucitado”. Díjoles: “Y vosotros, ¿quién decís que soy Yo?” Pedro le respondió y dijo: “El Ungido de Dios”. Y Él les recomendó con energía no decir esto a nadie, agregando: “Es necesario que el Hijo del hombre sufra mucho, que sea reprobado por los ancianos, por los sumos sacerdotes y por los escribas, que sea muerto, y que al tercer día sea resucitado”.
Esta homilía apareció por primera vez aquí el 23 de septiembre de 2021.
– [Ver todas las homilías] [Ver todos los cursos] [Podcast]
El silencio, oh precioso tesoro que hará felices a quienes logren poseerlo. El silencio en el siglo XXI parece algo quimérico, o al menos, imposible.
Hablo desde mi experiencia de papá de dos pequeños. Ruidosos? Si. Gritones? Si. Berrinchosos? También. Pero decía ya STA Teresa de Jesús, que a Dios le hallamos entre los pucheros. Y, en ese preciso momento, cuando lavo los cubiertos, platos y vasos después de la cena, es cuando hallo el silencio. Cuando puedo estar a solas con el Solo. Orando a solas con Dios..
Inténtalo.
Dios te bendiga