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«Confianza» al Divino Niño Jesús

La infancia de Jesús es una devoción que se extiende a muchos países en el mundo, pero gracias a un sacerdote salesiano y su gran amor por el Divino Niño Jesús la celebración en muchos países de Latinoamérica tomó como fecha el 20 de julio.
La Confianza al Divino Niño Jesús

Una de las devociones más hermosas y extensas de los Colombianos es la del Niño Jesús, honrado bajo el título del Divino Niño.

La confianza que debemos tener en Jesucristo se fundamenta en Sus propias palabras: «Y todo lo que pidáis en mi nombre, yo lo haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo» (Juan 14,13).

Varios Santos difundieron la devoción

San Antonio de Pauda y San Cayetano fueron muy devotos del Niño Jesús y por eso se les ha pintado cargándolo en sus manos. Inclusive el Niño Jesús se le apareció en una oportunidad a San Antonio de Padua.

Otros santos que contribuyeron grandemente a difundir la devoción al Niño de Belén fueron Santa Teresa de Jesús y San Juan de la Cruz.

Santa Teresa de Jesús le tenía un amor tan grande al Divino Niño que un día al subir una escalera obtuvo tener una visión en la que contemplaba al Niño Jesús tal cual había sido en la tierra. En recuerdo de esta visión la santa llevó siempre en sus viajes una estatua del Divino Niño, y en cada casa de su comunidad mandó tener y honrar una bella imagen del Niño Jesús que casi siempre ella misma dejaba de regalo al despedirse.


Por los méritos de la infancia de Jesús, nada te será negado

En el año 1636 Jesús le prometió a una Monja Carmelita del monasterio de Beaune en Francia, conocida como la Venerable Margarita del Sacratísimo Juramento.

Cristo le dijo: «Todo lo que quieras pedir, pídemelo por los méritos de mi infancia, y nada te será negado». La monja, que falleció a los 29 años, recibió la misión de propagar especialmente la devoción a la Divina Infancia de Cristo.

El Padre Juan del Rizzo promovió esta devoción en Colombia

El P. Juan del Rizzo, sacerdote salesiano, llego a Barranquilla Colombia en 1914 y con gran sacrificio se ocupó de recaudar fondos para la construcción de un templo, lo cual no tubo éxito. Entendió que debía pedir el milagro al Señor por los méritos de su infancia. Desde ese momento el logro del sacerdote fue extraordinario y se convirtió en un gran devoto al Niño Jesús; entonces dedicó su vida a expandir su devoción.

El padre del Rizzo fue trasladado en el 1935 a Bogotá y se topó allí con una preciosa imagen del Divino Niño.  Colocó el padre la imagen en unos terrenos baldíos del Barrio 20 de Julio de Bogotá. Desde allí pregonaba a todo quien escuchase los prodigios que Jesús otorga a quienes honran su Santa Infancia. Los milagros se multiplicaron: Curaciones, empleos, reconciliación de familias, protección de negocios…. pero sobre todo muchas conversiones. 

El P. Rizzo dio a conocer 4 condiciones para obtener favores del Divino Niño Jesús

  1. Ofrecer la Santa Misa durante nueve domingos, confesarse y comulgar al menos en uno de ellos
  2. Dar 500 gr. de chocolate (o igual en dinero o en comida) a los más necesitados.
  3. Si la persona puede, que done víveres, o igual en dinero, a las familias más pobres.
  4. Difundir la devoción al Divino Niño Jesús relatando a los demás los Milagros que Él hace a los fieles, repartiendo novenas, estampas y folletos.

Novena de la Confianza al Divino Niño Jesús

Señal de la cruz: Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén
– Credo.

1.- Niño amable de mi vida, consuelo de los cristianos, la gracia que necesito, pongo en tus benditas manos.

Padre Nuestro: «Padre Nuestro que estás en el Cielo, santificado sea tu Nombre. Venga a nosotros tu Reino. Hágse tu voluntad en la tierra como en el Cielo. Dános hoy nuestro pan de cada día. Perdona nuestras ofensas como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden. Nos nos dejes caer en la tentación y líbranos del maligno. Amén»

2.- Tú que sabes mis pesares, pues todos te los confío, da la paz a los turbados, y alivio al corazón mío.

Avemaría: «Dios te salve María, llena eres de gracia, el Señor es contigo. Bendita tú eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre Jesús. Santa María Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén».

3.- Y aunque tu amor no merezco, no recurriré a ti en vano, pues eres Hijo de Dios, y auxilio de los cristianos.

Gloria: «Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo. Como era en un principio ahora y siempre por los siglos de los siglos. Amén»

4.- Acuérdate oh Niño Santo, que jamás se oyó decir, que alguno te haya implorado, sin tu auxilio recibir, por eso con fe y confianza, humilde y arrepentido, lleno de amor y esperanza, este favor yo te pido:

(Pedir aquí la gracia que desea obtener)

En este momento, pide la gracia que deseas obtener con mucha fe y confianza, teniendo en tu pensamiento la afirmación que hizo Jesús: «Todo lo que quieres pedir pídelo por los méritos de mi infancia y nada te será negado si te conviene conseguirlo».

5.- Pronunciar la siguiente jaculatoria 7 veces: «Divino Niño Jesús, bendícenos».

Oración al Divino Niño Jesús para tiempos Difíciles

Tengo mil dificultades: ayúdame.
De los enemigos del alma: sálvame.
En los desaciertos: ilumíname.
En mis dudas y penas: confórtame.
En mis soledades: acompáñame.
En mis enfermedades: fortaléceme.
Cuando me desprecien: anímame.
En las tentaciones: defiéndeme.
En las horas difíciles: consuélame.
Con tu corazón paternal: ámame.
Con tu inmenso poder: protégeme.
Y en tus brazos al expirar: recíbeme.
Amén.

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