La necesidad de la soledad
(Lucas 9, 18-22) Un día que estaba orando a solas, hallándose con Él sus discípulos, les hizo esta pregunta: “¿Quién dicen las gentes que soy Yo?”
(Lucas 9, 18-22) Un día que estaba orando a solas, hallándose con Él sus discípulos, les hizo esta pregunta: “¿Quién dicen las gentes que soy Yo?”
(Lucas 6, 37-38) «Traten a los demás como quieran que los traten a ustedes; porque si aman sólo a los que los aman, ¿qué hacen de extraordinario? También los pecadores aman a quienes los aman»
El hombre que se atiene a una regla de vida bien definida se ahorra un tiempo considerable. No pierde el tiempo en vacilaciones y sabe exactamente lo que debe hacer y cuándo debe hacerlo. Es necesario poner orden en todo lo que está desordenado en nuestras vidas para alcanzar el éxito espiritual deseado.
La historia de un alma cuyo único deseo era la unión de su alma con Dios. Buscando siempre una vida escondida en Cristo y, quemado por la llama de su Amor, subió al monte de Dios por la noche oscura, descansando finalmente en el Señor.
Para abrazar la vocación y discernir la inclinación del corazón es necesario que los Padres o el mismo joven interesado conozcan las señales de la verdadera vocación, señales no definitivas, pero que podrían abrir caminos para conocer la elección del estado de vida. El Padre Emvin pretende que a partir de estos enunciados las almas que aspiran a la búsqueda de Dios, puedan disipar sus dudas.