Dios envía señales
(Mateo 17, 10-13) «[…] Yo les aseguro a ustedes que Elías ha venido ya, pero no lo reconocieron e hicieron con él cuanto les vino en gana. Del mismo modo, el Hijo del hombre va a padecer a manos de ellos»
(Mateo 17, 10-13) «[…] Yo les aseguro a ustedes que Elías ha venido ya, pero no lo reconocieron e hicieron con él cuanto les vino en gana. Del mismo modo, el Hijo del hombre va a padecer a manos de ellos»
(Mateo 11, 28-30) «Venid a Mí todos los agobiados y los cargados, y Yo os haré descansar»
(Mateo 9, 35—10, 1. 5a. 6-8) «La mies es grande, mas los obreros son pocos. Rogad pues al Dueño de la mies que envíe obreros a su mies»
(Mateo 15, 29-37) «Me da lástima de estas gentes, porque hace ya tres días que no se apartan de Mí, y ya no tienen qué comer. No quiero despedirlas en ayunas, no sea que les falten las fuerzas en el camino»
(Mateo 8, 5-11) «Señor, yo no soy digno de que entres bajo mi techo, mas solamente dilo con una palabra y quedará sano mi criado»
(Mateo 4, 18-22) «Jesús les dijo: “Síganme y los haré pescadores de hombres”. Ellos inmediatamente dejaron las redes y lo siguieron»
(Lucas 21, 25-28. 34-36) «Mirad por vosotros mismos, no sea que vuestros corazones se carguen de glotonería y embriaguez, y con cuidados de esta vida, y que ese día no caiga sobre vosotros de improviso, como una red […]»
(Lucas 21, 5-11) «Mirad que no os engañen; porque vendrán muchos en mi nombre y dirán: “Yo soy; ya llegó el tiempo”. No les sigáis. Cuando oigáis hablar de guerras y revoluciones, no os turbéis; esto ha de suceder primero, pero no es en seguida el fin»
(Lucas 20, 27-40) «Los hijos de este siglo toman mujer, y las mujeres son dadas en matrimonio; mas los que hayan sido juzgados dignos de alcanzar el siglo aquel y la resurrección de entre los muertos, no tomarán mujer, y (las mujeres) no serán dadas en matrimonio, porque no pueden ya morir, pues son iguales a los ángeles, y son hijos de Dios, siendo hijos de la resurrección[…]»
(Lucas 19, 45-48) «Está escrito: “Mi casa será una casa de oración”, y vosotros la habéis hecho una cueva de ladrones»
(Lucas 19, 41-44) Y cuando estuvo cerca, viendo la ciudad, lloró sobre ella. y dijo: «¡Ah si en este día conocieras también tú lo que sería para la paz! […]»
(Lucas 19, 1-10) «Zaqueo, desciende pronto, porque hoy es necesario que Yo me hospede en tu casa»
(Marcos 13,24-32) «[…] Y entonces enviará a los ángeles, y congregará a sus elegidos de los cuatro vientos, desde la extremidad de la tierra hasta la extremidad del cielo»
(Lucas 17, 1-6) «Es inevitable que sobrevengan escándalos, pero, ¡ay de aquel por quien vienen! Más le valdría que le suspendiesen una piedra de molino alrededor del cuello, y lo echasen al mar, que escandalizar a uno de estos pequeños. Mirad por vosotros»
(Marcos 12, 38-44) «En verdad, os digo, esta pobre viuda ha echado más que todos los que echaron en el arca. Porque todos los otros echaron de lo que les sobraba, pero ésta ha echado de su propia indigencia todo lo que tenía, todo su sustento»
(Lucas 16, 9-15) «Ningún servidor puede servir a dos amos, porque odiará al uno y amará al otro, o se adherirá al uno y despreciará al otro; no podéis servir, a Dios y a Mammón»
(Marcos 12, 38-44) «En verdad, os digo, esta pobre viuda ha echado más que todos los que echaron en el arca»
(Lucas 16, 1-8) «Y alabó el señor al inicuo mayordomo, porque había obrado sagazmente»