Feria de Adviento – 24 de diciembre
Evangelio según san Lucas 1, 67-79
Y Zacarías su padre fue colmado del Espíritu Santo y profetizó así:
«Bendito sea el Señor, el Dios de Israel, porque ha visitado y redimido a su pueblo, al suscitarnos un poderoso Salvador, en la casa de David, su siervo, como lo había anunciado por boca de sus santos profetas, que han sido desde los tiempos antiguos: un Salvador para librarnos de nuestros enemigos, y de las manos de todos los que nos aborrecen; usando de misericordia con nuestros padres, y acordándose de su santa alianza, según el juramento, hecho a Abrahán nuestro padre, de concedernos que librados de la mano de nuestros enemigos, le sirvamos sin temor en santidad y justicia, en su presencia, todos nuestros días. Y tú, pequeñuelo, serás llamado profeta del Altísimo, porque irás delante del Señor para preparar sus caminos, para dar a su pueblo el conocimiento de la salvación, en la remisión de sus pecados, gracias a las entrañas misericordiosas de nuestro Dios, por las que nos visitará desde lo alto el Oriente, para iluminar a los que en tinieblas y en sombra de muerte yacen, y dirigir nuestros pies por el camino de la paz».
Esta homilía apareció por primera vez aquí el 24 de Diciembre de 2020.
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