Domingo XX – Durante el año – Ciclo A
Evangelio según san Mateo 15, 21-28
Partiendo de este lugar, se retiró Jesús a la región de Tiro y de Sidón. Y he ahí que una mujer cananea venida de ese territorio, dio voces diciendo: «¡Ten piedad de mí, Señor, Hijo de David! Mi hija está atormentada por un demonio».
Pero Él no le respondió nada. Entonces los discípulos, acercándose, le rogaron: «Despídela, porque nos persigue con sus gritos». Mas Él respondió y dijo: «No he sido enviado sino a las ovejas perdidas de la casa de Israel».
Ella, no obstante, vino a prosternarse delante de Él y dijo: «¡Señor, socórreme!» Mas Él respondió: «No está bien tomar el pan de los hijos para echarlo a los perros». Y ella dijo: «Sí, Señor, pero los perritos también comen las migajas que caen de la mesa de sus dueños».
Entonces Jesús respondiendo le dijo: «Oh mujer, grande es tu fe; hágasete como quieres». Y su hija quedó sana, desde aquel momento.
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Esta homilía apareció por primera vez aquí el 16 de Agosto de 2020.
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