Solemnidad del Sagrado Corazón de Jesús
(Juan 19, 31-37) «El que vio da testimonio de esto y su testimonio es verdadero y él sabe que dice la verdad, para que también ustedes crean»
(Juan 19, 31-37) «El que vio da testimonio de esto y su testimonio es verdadero y él sabe que dice la verdad, para que también ustedes crean»
(Marcos 12, 35-37) «El Señor dijo a mi Señor: Siéntate a mi diestra, hasta que ponga Yo a tus enemigos por tarima de tus pies»
(Marcos 12, 28-34) «Oye, Israel, el Señor nuestro Dios, un solo Señor es. Y amarás al Señor tu Dios de todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente, y con toda tu fuerza»
(Marcos 12, 18-27) «¿No erráis, acaso, por no conocer las Escrituras ni el poder de Dios? Porque, cuando resuciten de entre los muertos, no se casarán (los hombres), ni se darán en matrimonio (las mujeres), sino que serán como ángeles en el cielo»
(Juan 10, 11-16) «Yo soy el pastor bueno, y conozco las mías, y las mías me conocen, –así como el Padre me conoce y Yo conozco al Padre– y pongo mi vida por mis oveja»
(Marcos 12, 13-17) «[…] ¿Es lícito pagar el tributo al César o no? ¿Pagaremos o no pagaremos?”»
(Marcos 12, 1-12) Pero aquellos viñadores se dijeron unos a otros: «Éste es el heredero. Venid, matémoslo, y la herencia será nuestra»
(Mateo 5, 1-12) «Gozaos y alegraos, porque vuestra recompensa es grande en los cielos, pues así persiguieron a los profetas que fueron antes de vosotros»
(Marcos 14, 12-16. 22-26) Y mientras ellos comían, tomó pan, y habiendo bendecido, partió y dió a ellos y dijo: «Tomada éste es el cuerpo mío». Tomó luego un cáliz, y después de haber dado gracias dió a ellos; y bebieron de él todos. Y les dijo: «Ésta es la sangre mía de la Alianza, que se derrama por muchos. En verdad, os digo, que no beberé ya del fruto de la vid hasta el día aquel en que lo beberé nuevo en el reino de Dios»
(Marcos 11, 27-33) «¿Con qué autoridad haces todo esto? ¿Quién te ha dado autoridad para actuar así?»
(Mateo 5, 13-19) «No vayáis a pensar que he venido a abolir la Ley y los Profetas. Yo no he venido para abolir, sino para dar cumplimiento. En verdad os digo, hasta que pasen el cielo y la tierra, ni una jota, ni un ápice de la Ley pasará, sin que todo se haya cumplido»
(Lucas 1, 39-56) «¡Bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu vientre! ¿Quién soy yo para que la madre de mi Señor venga a verme? Apenas llegó tu saludo a mis oídos, el niño saltó de gozo en mi seno.»
(Marcos 14, 12-16. 22-26) «Decid al dueño de casa: “El Maestro dice: ¿Dónde está mi aposento en que voy a comer la Pascua con mis discípulos?”. Y él os mostrará un cenáculo grande en el piso alto, ya dispuesto; y allí aderezad para nosotros» . Los discípulos se marcharon, y al llegar a la ciudad encontraron como Él había dicho; y prepararon la Pascua.
Históricamente, los laicos han participado en el Oficio Divino. Sin embargo, apariciones marianas como las de Fátima resaltan la importancia del Rosario, conocido como “el salterio del hombre pobre.” Este adquiere preeminencia para los laicos, sin excluir la valiosa participación de quienes puedan rezar el Oficio Divino.
(Marcos 10, 32-45) «El cáliz que Yo he de beber, lo beberéis; y el bautismo que Yo he de recibir lo recibiréis […]»
(Marcos 6, 17-29) «Quiero que me des ahora mismo, en una charola, la cabeza de Juan el Bautista»
(Marcos 10, 17-27) «Sólo una cosa te falta: Ve y vende lo que tienes, da el dinero a los pobres y así tendrás un tesoro en los cielos. Después, ven y sígueme»
(Mateo 28, 16-20) «Todo poder me ha sido dado en el cielo y sobre la tierra. Id, pues, y haced discípulos a todos los pueblos bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo; enseñándoles a conservar todo cuanto os he mandado. Y mirad que Yo con vosotros estoy todos los días, hasta la consumación del siglo»
(Juan 19, 25-27) Después dijo al discípulo: «He ahí a tu madre». Y desde este momento el discípulo la recibió consigo
(Marcos 9, 38-40) «No se lo impidáis, porque nadie, haciendo milagro por mi nombre, será capaz de hablar luego mal de Mí. Porque quien no está contra nosotros, por nosotros está».