Evangelio según san Lucas 9, 43-45
Y todos estaban maravillados de la grandeza de Dios.
Como se admirasen todos de cuanto Él hacía, dijo a sus discípulos: “Vosotros, haced que penetren bien en vuestros oídos estas palabras: el Hijo del hombre ha de ser entregado en manos de los hombres”. Pero ellos no entendían este lenguaje, y les estaba velado para que no lo comprendiesen; y no se atrevieron a interrogarlo al respecto.