La penitencia que quita la viga del ojo
(Lucas 6, 39-42) ¿Cómo puedes decir a tu hermano: «Hermano, déjame que te saque la pajuela de tu ojo», tú que no ves la viga en el tuyo?
(Lucas 6, 39-42) ¿Cómo puedes decir a tu hermano: «Hermano, déjame que te saque la pajuela de tu ojo», tú que no ves la viga en el tuyo?
(Marcos 4, 26-34) «Sucede con el reino de Dios lo que sucede cuando un hombre arroja la simiente en tierra. Ya sea que duerma o esté despierto, de noche, y de días la simiente germina y crece, y él no sabe como. Por sí misma la tierra produce primero el tallo, después la espiga, y luego el grano lleno en la espiga. Y cuando el fruto está maduro, echa pronto la hoz, porque la mies está a punto»
(Mateo 25, 14-30) «[…] Porque el que tiene se le dará y le sobrará, pero al que no tiene, se le quitará hasta lo que tiene. Y a ese empleado inútil echadlo fuera, a las tinieblas, allí será el llanto y el rechinar de dientes»
(Lucas 13, 18-21) «¿A qué se parece el Reino de Dios? ¿Con qué podré compararlo? Se parece a la semilla de mostaza que un hombre sembró en su huerta; creció y se convirtió en un arbusto grande y los pájaros anidaron en sus ramas»