
«Velad, pues, porque no sabéis cuándo volverá el Señor»
(Marcos 13, 33-37) «Velad, pues, porque no sabéis cuando volverá el Señor de la casa, si en la tarde, o a la medianoche, o al canto del gallo, o en la mañana, no sea que volviendo de improviso, os encuentre dormidos. Lo que os digo a vosotros, lo digo a todos: ¡Velad!».