«Si quieres, puedes limpiarme»

«Si quieres, puedes limpiarme»

(Marcos 1, 40-45) Vino a Jesús un leproso, le suplicó y arrodillándose, le dijo: «Si quieres, puedes limpiarme». Entonces, Jesús, movido a compasión, alargó la mano, lo tocó y le dijo: «Quiero, sé sano».

CONTENIDO EXCLUSIVO PARA MIEMBROS.

«Para eso he venido al mundo»

«Para eso he venido al mundo»

(Marcos 1, 29-39) Cuando lo encontraron, le dijeron: «Todos te buscan». Respondióles: «Vamos a otra parte, a las aldeas vecinas, para que predique allí también. Porque a eso salí». Y anduvo predicando en sus sinagogas, por toda la Galilea y expulsando a los demonios.

CONTENIDO EXCLUSIVO PARA MIEMBROS.

«Había un hombre con un espíritu inmundo»

«Había un hombre con un espíritu inmundo»

(Marcos 1, 21-28) «Se encontraba en las sinagogas de ellos un hombre poseído por un espíritu inmundo, el cual gritó: “¿Qué tenemos que ver contigo, Jesús de Nazaret? ¿Has venido a perdernos? Te conozco quién eres: El Santo de Dios”».

CONTENIDO EXCLUSIVO PARA MIEMBROS.

«Quedó asombrado de la falta de fe de ellos»

(Marcos 6, 1-6) Y no pudo hacer allí ningún milagro; solamente puso las manos sobre unos pocos enfermos, y los sanó. Y se quedó asombrado de la falta de fe de ellos. Y recorrió las aldeas a la redonda, enseñando.

CONTENIDO EXCLUSIVO PARA MIEMBROS.

Carrito de compra
WhatsApp