«Congregará a sus elegidos, desde los cuatro puntos cardinales»
(Marcos 13,24-32) «[…] Y entonces enviará a los ángeles, y congregará a sus elegidos de los cuatro vientos, desde la extremidad de la tierra hasta la extremidad del cielo»
(Marcos 13,24-32) «[…] Y entonces enviará a los ángeles, y congregará a sus elegidos de los cuatro vientos, desde la extremidad de la tierra hasta la extremidad del cielo»
(Lucas 12, 35-38) «¡Felices esos servidores, que el amo, cuando llegue, hallará velando!»
(Mateo 13, 36-43) «El Hijo del hombre enviará a sus ángeles, y recogerán de su reino todos los escándalos, y a los que cometen la iniquidad, y los arrojarán en el horno de fuego; allí será el llanto y el rechinar de dientes. Entonces los justos resplandecerán como el sol en el reino de su Padre. ¡Quien tiene oídos, oiga!»
La promesa de la redención, entendida a la plena luz de los Evangelios, implica algo más que una mera liberación del sufrimiento. Puede que no todos experimentemos la persecución y las traiciones de los mártires, pero algunas heridas pertenecen necesariamente a la vida cristiana.