Jesús actúa sin esconderse
(Lucas 14, 1-6) «¿Quién hay de vosotros, que viendo a su hijo o su buey caído en un pozo, no lo saque pronto de allí, aun en día de sábado?»
(Lucas 14, 1-6) «¿Quién hay de vosotros, que viendo a su hijo o su buey caído en un pozo, no lo saque pronto de allí, aun en día de sábado?»
(Mateo 5, 1-12) «Dichosos serán ustedes, cuando los injurien, los persigan y digan cosas falsas de ustedes por causa mía. Alégrense y salten de contento, porque su premio será grande en los cielos»
(Lucas 13, 31-35) «Así pues, la casa de ustedes quedará abandonada. Yo les digo que no me volverán a ver hasta el día en que digan: ‘¡Bendito el que viene en el nombre del Señor!’»
(Lucas 13, 22-30) Díjole uno: «Señor, ¿los que se salvan serán pocos?» Respondióles: «Pelead para entrar por la puerta angosta, porque muchos, os lo declaro, tratarán de entrar y no podrán […]».
(Lucas 13, 18-21) «¿A qué es semejante el reino de Dios, y con qué podré compararlo?. Es semejante a un grano de mostaza que un hombre tomó y fue a sembrar en su huerta»
(Lucas 13, 10-17) Al verla Jesús, la llamó y le dijo: «Mujer, queda libre de tu enfermedad». Y puso sobre ella sus manos, y al punto se enderezó y se puso a glorificar a Dios.
(Lucas 6, 12-19) «Cuando se hizo de día, llamó a sus discípulos, eligió a doce de entre ellos y les dio el nombre de apóstoles»
(Marcos 10, 46-52) Jesús le dijo: «¿Qué deseas que te haga?» El ciego le respondio: «¡Rabbuni, que yo vea!» Jesús le dijo: «¡Anda! tu fe te ha sanado»
(Lucas 13, 1-9) «Mira, tres años hace que vengo a buscar fruto en esta higuera, y no lo hallo. ¡Córtala! ¿Por qué ha de inutilizar la tierra?»
(Lucas 12, 54-59) Y eso sucede. Hipócritas, sabéis conocer el aspecto de la tierra y del cielo; ¿por qué entonces no conocéis este tiempo?
(Lucas 12, 49-53) «Fuego vine a echar sobre la tierra, ¡y cuánto deseo que ya esté encendido!»
(Lucas 12, 39-48) «¡Feliz ese servidor a quien el amo, a su regreso, hallará haciéndolo así!»
(Lucas 12, 35-38) «¡Felices esos servidores, que el amo, cuando llegue, hallará velando!»
(Lucas 12, 13-21) «Eviten toda clase de avaricia, porque la vida del hombre no depende de la abundancia de los bienes que posea»
(Marcos 10, 35-45) «[…] Porque también el Hijo del hombre no vino para ser servido, sino para servir y dar su vida en rescate por muchos»
(Lucas 12, 8-12) «Yo les aseguro que a todo aquel que me reconozca abiertamente ante los hombres, lo reconocerá abiertamente el Hijo del hombre ante los ángeles de Dios»
(Lucas 11, 47-54) «¡Ay de ustedes, que les construyen sepulcros a los profetas que los padres de ustedes asesinaron!».
(Juan 12, 24-26) «[…] Si alguno me quiere servir, sígame, y allí donde Yo estaré, mi servidor estará también; si alguno me sirve, el Padre lo honrará»
(Lucas 11, 42-46) «¡Ay de vosotros, fariseos! ¡porque dais el diezmo de la menta, de la ruda y de toda legumbre, y dejáis de lado la justicia y el amor de Dios!»
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