Zaqueo y el deseo de ver a Jesús
(Lucas 19, 1-10) «Zaqueo, desciende pronto, porque hoy es necesario que Yo me hospede en tu casa»
(Lucas 19, 1-10) «Zaqueo, desciende pronto, porque hoy es necesario que Yo me hospede en tu casa»
(Marcos 13, 24-32) «Pero en aquellos días, después de la tribulación aquella, el sol se oscurecerá, y la luna no dará su resplandor, y los astros estarán cayendo del cielo, y las fuerzas que hay en los cielos serán sacudidas. Entonces, verán al Hijo del hombre viniendo en las nubes con gran poder y gloria»
(Lucas 18, 1-8) «¿Y Dios no habrá de vengar a sus elegidos, que claman a Él día y noche, y se mostraría tardío con respecto a ellos?»
(Lucas 17, 26-36) «Quien intente conservar su vida, la perderá; y quien la pierda, la conservará»
San Alberto, llamado «Magno», Obispo y Doctor de la Iglesia, enseñó de palabra y en sus escritos las disciplinas filosóficas y divinas, y fue maestro de santo Tomás de Aquino, uniendo la sabiduría de los santos con la ciencias humanas y naturales.
(Juan 17, 1b. 20-26) «Que todos sean uno: como Tú, Padre, estás en mí y Yo en ti, que también ellos sean uno en nosotros, para que el mundo crea que Tú me enviaste»
(Lucas 17, 1-6) «Es inevitable que sobrevengan escándalos, pero, ¡ay de aquel por quien vienen! Más le valdría que le suspendiesen una piedra de molino alrededor del cuello, y lo echasen al mar, que escandalizar a uno de estos pequeños. Mirad por vosotros»
(Mateo 25, 31-46) «Cuando venga el Hijo del hombre, rodeado de su gloria, acompañado de todos sus ángeles, se sentará en su trono de gloria»
(Marcos 12, 38-44) «En verdad, os digo, esta pobre viuda ha echado más que todos los que echaron en el arca. Porque todos los otros echaron de lo que les sobraba, pero ésta ha echado de su propia indigencia todo lo que tenía, todo su sustento»
(Juan 2, 13-22) «Quiten todo de aquí y no conviertan en un mercado la casa de mi Padre»
(Lucas 16, 9-15) «Ningún servidor puede servir a dos amos, porque odiará al uno y amará al otro, o se adherirá al uno y despreciará al otro; no podéis servir, a Dios y a Mammón»
(Lucas 16, 1-8) «Y alabó el señor al inicuo mayordomo, porque había obrado sagazmente»
(Lucas 15, 1-10) «Yo les aseguro que así también se alegran los ángeles de Dios por un solo pecador que se arrepiente»
(Lucas 14, 25-33) «Todo aquel que no lleva su propia cruz y no anda en pos de Mí, no puede ser discípulo mío»
(Lucas 14, 12-14) «Al contrario, cuando des un banquete, invita a los pobres, a los lisiados, a los cojos y a los ciegos; y así serás dichoso, porque ellos no tienen con qué pagarte; pero ya se te pagará, cuando resuciten los justos»
(Juan 10, 11-16) «El buen pastor da su vida por las ovejas. Pero el asalariado, que no es pastor, a quien no pertenecen las ovejas, ve venir al lobo, abandona las ovejas y huye, y el lobo hace presa en ellas y las dispersa, porque es asalariado y no le importan nada las ovejas»
(Marcos 12, 28-34) «Oye, Israel, el Señor nuestro Dios, un solo Señor es. Y amarás al Señor tu Dios de todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente, y con toda tu fuerza»
(Lucas 14, 1- 7-11) «[…] cuando seas invitado, ve a ponerte en el último lugar, para que, cuando entre el que te invitó, te diga: “Amigo, sube más arriba”. Y entonces tendrás honor a los ojos de todos los convidados. Porque el que se levanta, será abajado; y el que se abaja, será levantado»
(Juan 6, 37-40) «La voluntad de mi Padre consiste en que todo el que vea al Hijo y crea en él, tenga vida eterna y yo lo resucite en el último día»
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