Viernes después de Epifanía
Evangelio según San Lucas 5, 12-16
Encontrándose Él en cierta ciudad, presentóse un hombre cubierto de lepra. Al ver a Jesús se postró rostro en tierra, y le hizo esta oración: «Señor, si Tú lo quieres, puedes limpiarme». Alargando la mano, lo tocó y dijo: «Quiero; sé limpiado». Y al punto se le fué la lepra.
Y le encargó que no lo dijera a nadie, sino (le dijo): «Muéstrate al sacerdote, y ofrece por tu purificación lo que prescribió Moisés, para testimonio a ellos». Y difundiéndose mas y más la fama de Él, las muchedumbres afluían en gran número para oírle y hacerse curar de sus enfermedades; pero Él se retiraba a los lugares solitarios, para hacer oración.
Esta homilía apareció por primera vez aquí el 8 de Enero de 2021.
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