Buscar

Si Dios ya lo sabe todo, ¿por qué pedir algo a Dios?

Nuestro Señor Jesucristo nos dio un claro de ejemplo de que nunca debemos de cansarnos de pedir a Dios aquello que necesitamos pues él, siendo hijo de Dios, rogaba frecuentemente al Padre.

La oración es el medio por el cual llega a Dios nuestros ruegos y clamores, es donde, como niños pequeños pedimos aquello que más necesitamos a nuestro Padre.

El mismo Jesús enseñó con una parábola que era necesario orar siempre sin desanimarse (Lc 18,1).
Pidamos, entonces, siempre con confianza porque la oración ensancha nuestro corazón y nos predispone a pedir. No dudemos en pedir a Dios con insistencia.

Facebook
Twitter
WhatsApp
Telegram
Email

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Carrito de compra

¡No dejes al padre hablando sólo!

Homilía diaria.
Podcast.
Artículos de formación.
Cursos y aulas en vivo.

En tu Whatsapp, todos los días.

×