«Tú, no piensas como Dios»
(Mateo 16, 21-27) «Entonces, dijo a sus discípulos: “Si alguno quiere seguirme, renuncie a sí mismo, y lleve su cruz y siga tras de Mí. Porque el que quisiere salvar su alma, la perderá; y quien pierda su alma por mi causa, la hallará. Porque ¿De que sirve al hombre, si gana el mundo entero, mas pierde su alma?»