Enseña el catecismo de la Iglesia Católica, que el cristiano, a fin de llegar a la meta para la cual ha sido creado: el cielo, el compartir la felicidad misma de Dios, debe vencer a tres enemigos que le obstaculizan el alcanzar esa meta. Ellos son: el mundo, el demonio y la carne. De aquí proviene la necesidad, para el cristiano, de la mortificación.
El ayuno, ¿tiene algún beneficio además del penitencial?
