La importancia de una mirada limpia
(Marcos 8, 22-26) «Veo a la gente, como si fueran árboles que caminan»
(Marcos 8, 22-26) «Veo a la gente, como si fueran árboles que caminan»
(Lucas 6, 17. 20-26) «[…] ¡Ay cuando digan bien de vosotros todos los hombres! porque lo mismo hicieron sus padres con los falsos profetas»
(Marcos 7, 31-37) Y en el colmo de la admiración, decían: «Todo lo hizo bien: hace oír a los sordos, y hablar a los mudos»
(Marcos 6, 53-56) «Apenas salieron de la barca, lo conocieron, y recorrieron toda esa región; y empezaron a transportar en camillas los enfermos a los lugars donde oían que Él estaba»
(Lucas 5, 1-11) «Maestro, toda la noche estuvimos bregando y no pescamos nada, pero, sobre tu palabra, echaré las redes»
(Marcos 6, 1-6) «No hay profeta sin honor sino en su tierra, entre sus parientes y en su casa»
(Marcos 5, 21-43) «¿Por qué este tumulto y estas lamentaciones? La niña no ha muerto, sino que duerme»
(Marcos 4, 35-41) Entonces Él se levantó, increpó al viento y dijo al mar: «¡Calla; sosiégate!» Y se apaciguó el viento y fué hecha gran bonanza. Después les dijo: «¿Por qué sois tan miedosos? ¿Cómo es que no tenéis fe?»
(Marcos 4, 21-25) «¿Acaso se enciende una vela para meterla debajo de una olla o debajo de la cama? ¿No es para ponerla en el candelero? Porque si algo está escondido, es para que se descubra; y si algo se ha ocultado, es para que salga a la luz. El que tenga oídos para oír, que oiga»
(Marcos 4, 1-20) «A vosotros es dado el misterio del reino de Dios; en cuanto a los de afuera, todo les llega en parábolas, para que mirando no vean, oyendo no entiendan, no sea que se conviertan y se les perdone»
(Marcos 3, 31-35) «He aquí mi madre y mis hermanos. Porque quien hiciere la voluntad de Dios, ése es mi hermano, hermana y madre»
(Marcos 3, 22-30) «Porque nadie puede entrar en la casa del hombre fuerte y quitarle sus bienes, si primero no ata al fuerte»
(Lucas 1, 1-4; 4, 14-21) «El Espíritu del Señor está sobre Mí, porque Él me ungió; Él me envió a dar la Buena Nueva a los pobres, a anunciar a los cautivos la liberación, y a los ciegos vista, a poner en libertarla los oprimidos, a publicar el año de gracia del Señor»
(Marcos 3, 20-21) Al oírlo los suyos, salieron para apoderarse de Él, porque decían: «Ha perdido el juicio»
Evangelio según San Marcos 3, 7-12 Jesús Se retiró con sus discípulos hacia el mar, y mucha gente de Galilea
(Marcos 3, 1-6) Mas Él mirándolos en derredor con ira, contristado por el endurecimiento de sus corazones, dijo al hombre: «Alarga la mano». Y la alargó, y la mano quedó sana.
(Marcos 2, 23-28) «El sábado se hizo por causa del hombre, y no el hombre por causa del sábado; de manera que el Hijo del hombre es dueño también del sábado»
(Marcos 2, 18-22) «¿Pueden acaso ayunar los compañeros del esposo mientras el esposo está con ellos? […]»
(Juan 2, 1-11) «Esta primera señal milagrosa la hizo Jesús en Caná de Galilea. Así reveló su gloria y sus discípulos creyeron en él»
(Marcos 2, 1-12) «¿Por qué discurrís así en vuestros corazones? ¿Qué es más fácil, decir al paralítico: Tus pecados te son perdonados»