«Si quieres, puedes limpiarme»

«Si quieres, puedes limpiarme»

(Marcos 1, 40-45) Vino a Jesús un leproso, le suplicó y arrodillándose, le dijo: «Si quieres, puedes limpiarme». Entonces, Jesús, movido a compasión, alargó la mano, lo tocó y le dijo: «Quiero, sé sano».

CONTENIDO EXCLUSIVO PARA MIEMBROS.

Carrito de compra
WhatsApp