El odio del mundo
(Juan 15, 18-21) «Si el mundo os odia, sabed que me ha odiado a Mí antes que a vosotros. Si fuerais del mundo, el mundo amaría lo suyo; pero como vosotros no sois del mundo –porque Yo os he entresacado del mundo– el mundo os odia»
(Juan 15, 18-21) «Si el mundo os odia, sabed que me ha odiado a Mí antes que a vosotros. Si fuerais del mundo, el mundo amaría lo suyo; pero como vosotros no sois del mundo –porque Yo os he entresacado del mundo– el mundo os odia»
(Juan 13, 1-15) «¿Comprendéis lo que os he hecho? Vosotros me decís: “Maestro” y “Señor”, y decís bien, porque lo soy. Si, pues, Yo, el Señor y el Maestro, os he lavado los pies, vosotros también debéis unos a otros lavaros los pies, porque os he dado el ejemplo, para que hagáis como Yo os he hecho»
(Lucas 12, 49-53) «Fuego vine a echar sobre la tierra, ¡y cuánto deseo que ya esté encendido!»
(Lucas 6, 27-38) «Amen a sus enemigos, hagan el bien a los que los aborrecen, bendigan a quienes los maldicen y oren por quienes los difaman»
(Juan 21, 15-19) «En verdad, en verdad, te digo, cuando eras más joven, te ponías a ti mismo el ceñidor, e ibas adonde querías. Pero cuando seas viejo, extenderás los brazos, y otro te pondrá el ceñidor, y te llevará adonde no quieres»
(Mateo 22, 34-40) «Le propuso esta cuestión para tentarlo: “Maestro, ¿cuál es el mayor mandamiento de la Ley?” Respondió Él: “Amarás al Señor tu Dios de todo tu corazón, con toda tu alma, y con todo tu espíritu”. Éste es el mayor y primer Mandamiento».
(Mateo 10, 37-42) Jesús dijo a sus apóstoles: Quien ama a su padre o a su madre más que a Mí, no es digno de Mí; y quien ama a su hijo o a su hija más que a Mí, no es digno de Mí. Quien no toma su cruz y me sigue, no es digno de Mí.
La excelencia soberana de la caridad consta en las fuentes mismas de la divina revelación. Lo dice expresamente San Pablo: Ahora permanecen estas tres cosas: la fe, la esperanza, la caridad; pero la más excelente de ellas es la caridad.
(Lucas 12, 49-53) «”He venido a traer fuego a la tierra, ¡y cuánto desearía que ya estuviera ardiendo! Tengo que recibir un bautismo, ¡y cómo me angustio mientras llega!»
(Marcos 12, 28-34) «Oye, Israel, el Señor nuestro Dios, un solo Señor es. Y amarás al Señor tu Dios de todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente, y con toda tu fuerza»
(Juan 16, 23-28) «Yo les aseguro: cuanto pidan al Padre en mi nombre, se lo concederá».