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(Mateo 7,21. 24-27) «No todo el que me dice: “Señor, Señor”, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre celestial»
(Juan 10, 11-16) «Yo soy el pastor bueno, y conozco las mías, y las mías me conocen, –así como el Padre me conoce y Yo conozco al Padre– y pongo mi vida por mis ovejas»
San Nicolás se hizo popular por su generosidad y amabilidad para con los más necesitados y los niños, a quienes hizo beneficiarios de su gran fortuna personal. Sin embargo, por lo que más se caracterizó este santo fue por ser un gran defensor de los dogmas católicos.
(Mateo 15, 29-37) «Me da lástima de estas gentes, porque hace ya tres días que no se apartan de Mí, y ya no tienen qué comer. No quiero despedirlas en ayunas, no sea que les falten las fuerzas en el camino»
(Lucas 10, 21-24) «Dichosos los ojos que ven lo que ustedes ven. Porque yo les digo que muchos profetas y reyes quisieron ver lo que ustedes ven y no lo vieron, y oír lo que ustedes oyen y no lo oyeron»
(Mateo 8, 5-11) «Señor, yo no soy digno de que entres bajo mi techo, mas solamente dilo con una palabra y quedará sano mi criado»
(Marcos 13, 33-37) «Lo que os digo a vosotros, lo digo a todos: ¡Velad!»
El P. Castellani veía en el olvido de la Parusía una de las causas principales de la descristianización: Apenas se predica ya sobre el Adviento definitivo de Cristo. Tema que está en el centro de nuestra fe y de nuestra esperanza. Mucha falta nos hace recordar sobre esta gran verdad.
(Lucas 21, 34-36) «Velad, pues, y no ceséis de rogar para que podáis escapar a todas estas cosas que han de suceder, y estar en pie delante del Hijo del hombre»
(Marcos 13, 33-37) «Velad, pues, porque no sabéis cuando volverá el Señor de la casa, si en la tarde, o a la medianoche, o al canto del gallo, o en la mañana, no sea que volviendo de improviso, os encuentre dormidos. Lo que os digo a vosotros, lo digo a todos: ¡Velad!».
CONTENIDO EXCLUSIVO PARA MIEMBROS.
La promesa de la redención, entendida a la plena luz de los Evangelios, implica algo más que una mera liberación del sufrimiento. Puede que no todos experimentemos la persecución y las traiciones de los mártires, pero algunas heridas pertenecen necesariamente a la vida cristiana.
(Lucas 21, 29-33) «En verdad, os lo digo, no pasará la generación esta hasta que todo se haya verificado. El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán»
(Lucas 21, 20-28) «Los hombres desfallecerán de espanto, a causa de la expectación de lo que ha de suceder en el mundo, porque las potencias de los cielos serán conmovidas. Entonces es cuando verán al Hijo del Hombre viniendo en una nube con gran poder y grande gloria [...]»
(Mateo 4, 18-22) «Jesús les dijo: "Síganme y los haré pescadores de hombres". Ellos inmediatamente dejaron las redes y lo siguieron»
(Lucas 21, 10-19) «Sin embargo, ni un cabello de su cabeza perecerá. Si se mantienen firmes, conseguirán la vida»
(Lucas 21, 5-11) «Mirad que no os engañen; porque vendrán muchos en mi nombre y dirán: "Yo soy; ya llegó el tiempo". No les sigáis. Cuando oigáis hablar de guerras y revoluciones, no os turbéis; esto ha de suceder primero, pero no es en seguida el fin»
(Mateo 25, 31-46) «Yo les aseguro que, cuando lo hicieron con el más insignificante de mis hermanos, conmigo lo hicieron»
(Lucas 20, 27-40) «Los hijos de este siglo toman mujer, y las mujeres son dadas en matrimonio; mas los que hayan sido juzgados dignos de alcanzar el siglo aquel y la resurrección de entre los muertos, no tomarán mujer, y (las mujeres) no serán dadas en matrimonio, porque no pueden ya morir, pues son iguales a los ángeles, y son hijos de Dios, siendo hijos de la resurrección[...]»
(Mateo 25, 31-46) «Entonces el rey dirá a los de su derecha: “Venid, benditos de mi Padre, tomad posesión del reino preparado para vosotros desde la fundación del mundo. Porque tuve hambre, y me disteis de comer; tuve sed, y me disteis de beber; era forastero y me acogisteis; estaba desnudo, y me vestisteis; estaba enfermo, y me visitasteis; estaba preso, y vinisteis a verme”»
CONTENIDO EXCLUSIVO PARA MIEMBROS.
(Lucas 19, 45-48) «Está escrito: "Mi casa será una casa de oración", y vosotros la habéis hecho una cueva de ladrones»
(Mateo 10, 17-22) «Ustedes serán odiados por todos a causa de mi Nombre, pero aquel que persevere hasta el fin se salvará»
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