Kevin, con apenas un mes de vida, llegó al hospital sin signos de vida, por lo que el bombero que lo trasladó hasta el lugar, bajo el impulso de la fe, pidió agua bendita y pronunció las palabras: «Te bautizo en el nombre del Padre, del hijo y del Espíritu Santo» y cuando todos los presentes dijeron «Amén», el niño reaccionó.
El milagro ocurrido con el pequeño Kevin es un muestra de la acción sanadora de Dios por medio de los sacramentos ya que «en Cristo somos una nueva criatura» nos dice San Pablo, el Bautismo, urgente pero necesario del recién nacido, es una prueba fehaciente de ello.
En caso de necesidad, cualquiera puede bautizar.. ¿Lo sabías? Así lo establece el Catecismo de la Iglesia Católica:
Quién puede bautizar
1256 Son ministros ordinarios del Bautismo el obispo y el presbítero y, en la Iglesia latina, también el diácono (cf CIC, can. 861,1; CCEO, can. 677,1). En caso de necesidad, cualquier persona, incluso no bautizada, puede bautizar (cf CIC can. 861, § 2) si tiene la intención requerida y utiliza la fórmula bautismal trinitaria. La intención requerida consiste en querer hacer lo que hace la Iglesia al bautizar. La Iglesia ve la razón de esta posibilidad en la voluntad salvífica universal de Dios (cf 1 Tm 2,4) y en la necesidad del Bautismo para la salvación (cf Mc 16,16).
Pedido de ayuda y Bautismo urgente
«Al llegar nos encontramos con la escena de una nena con un bebé en brazos, sus signos vitales eran casi imperceptibles, sin tiempo que perder la ambulancia da la vuelta y los voluntarios inician una carrera entre la vida y la muerte de ese pequeño, oxigenándolo de manera constante y realizándole maniobras para que el mismo pueda reaccionar», señala parte del posteo en el perfil de Facebook de los Bomberos Voluntarios de Ciudad del Este.
Cuando llegan al hospital de Traumas de Ciudad del Este, el bombero voluntario Jorge Corvalán, pidió un poco de agua bendita y bautizó al bebé: «Te bautizo en el nombre del Padre, del hijo y del Espíritu Santo» y cuando todos los presentes dijeron «Amén», el niño son imperceptibles signos de vida volvió a reaccionar.
El Bautismo -Nos dice San Gregorio Nacianceno- «es el más bello y magnífico de los dones de Dios […] lo llamamos don, gracia, unción, iluminación, vestidura de incorruptibilidad, baño de regeneración, sello y todo lo más precioso que hay. Don, porque es conferido a los que no aportan nada; gracia, porque es dado incluso a culpables; bautismo, porque el pecado es sepultado en el agua; unción, porque es sagrado y real (tales son los que son ungidos); iluminación, porque es luz resplandeciente; vestidura, porque cubre nuestra vergüenza; baño, porque lava; sello, porque nos guarda y es el signo de la soberanía de Dios».
FOTO: Facebook de los Bomberos Voluntarios de Ciudad del Este