Fiesta de la conversión de San Pablo, Apóstol
(Marcos 16, 15-18) «Pero es más fácil que el cielo y la tierra pasen, y no que se borre una sola tilde de la Ley»
(Marcos 16, 15-18) «Pero es más fácil que el cielo y la tierra pasen, y no que se borre una sola tilde de la Ley»
Celebremos la conversión del apóstol San Pablo, un personaje indiscutiblemente fundamental en la historia de la Iglesia primitiva, que de perseguidor pasó a ser un instrumento escogido por Dios para la extensión del reino de los cielos. Entre tantas conversiones del santoral, la de Pablo es única y ejemplar, pues ocurre algo radical: cae Saulo y se levanta Pablo.
El Apóstol San Pablo vivió todo su apostolado como un combate. La imagen de un Pablo, viajero incansable y saturado de actividades apostólicas no nos dice todo sobre este apóstol. Porque él era en el fondo también un contemplativo. Era un hombre de profunda oración, y éste constituía el manantial de donde extraía sus energías para la lucha cotidiana.
¿Cómo es que un perseguidor de la fe cristiana pasó a ser su más férreo defensor? ¿Cómo un fariseo se convierte en apóstol? Cuando Pablo fue tirado por tierra, fue capaz de entregarle a Cristo absolutamente todo su ser. Más tarde pudo decir «ya no soy yo quien vive, es Cristo quien vive en mí».