Santa Escolástica, Virgen
(Lucas 10, 38-42) «¡Marta, Marta! tú te afanas y te agitas por muchas cosas. Una sola es necesaria. María eligió la buena parte, que no le será quitada»
(Lucas 10, 38-42) «¡Marta, Marta! tú te afanas y te agitas por muchas cosas. Una sola es necesaria. María eligió la buena parte, que no le será quitada»
(Mateo 11, 25-30) «Tomad sobre vosotros el yugo mío, y dejaos instruir por Mí, porque manso soy y humilde en el corazón; y encontrareis reposo para vuestras vidas»
(Mateo 18,1-5) «Les aseguro que si ustedes no cambian o no se hacen como niños, no entrarán en el Reino de los Cielos»
(Mateo 19, 27-29) «Nosotros lo hemos dejado todo y te hemos seguido; ¿qué nos va a tocar?»
Los sacerdotes y las monjas, al renunciar al matrimonio terrenal, son un testimonio vivo de que esta vida no es la última palabra. El hábito religioso y eclesiástico es una voz que grita en el desierto de nuestro materialismo y dice: «¡Hay otro mundo!», «¡Hay vida sobrenatural!», «¡No estamos hechos para esta vida!»