¡En verdad ha resucitado el Señor, Aleluya!
(Lucas 24, 1-12) «No está aquí; ha resucitado. Acordaos de lo que os dijo, estando aún en Galilea: que era necesario que el Hijo del hombre fuese entregado en manos de hombres pecadores, que fuese crucificado y resucitara el tercer día.»