Vida de trabajo de Jesús en Nazareth
(Marcos 6, 1-6) «No hay profeta sin honor sino en su tierra, entre sus parientes y en su casa»
(Marcos 6, 1-6) «No hay profeta sin honor sino en su tierra, entre sus parientes y en su casa»
(Lucas 9, 1-6) Habiendo llamado a los Doce, les dio poder y autoridad sobre todos los demonios, y para curar enfermedades. Y los envió a pregonar el reino de Dios y a sanar a los enfermos.
(Lucas 4, 38-44) «[…] todos los que tenían enfermos, cualquiera que fuese su mal, se los trajeron, y Él imponía las manos sobre cada uno de ellos, y los sanaba»
(Mateo 9, 1-8) «¿Por qué pensáis mal en vuestros corazones? ¿Qué es más fácil, decir: “Te son perdonados los pecados”, o decir: “Levántate y camina?” ¡Y bien! para que sepáis que tiene poder el Hijo del hombre, sobre la tierra, de perdonar pecados –dijo, entonces, al paralítico–: “Levántate, cárgate la camilla y vete a tu casa”»
Patrona de los enfermos crónicos. Nos enseña a aprovechar la enfermedad para pagar nuestros pecados, convertir pecadores y conseguir el cielo.
El 11 de febrero de 1858, fue el día elegido para que el cielo se hiciera presente en la tierra. Nuestra Señora se aparece a una humilde joven francesa llamada Bernardita, quien sería la portavoz del mensaje de la Madre de Dios a toda la humanidad y la receptora de una gran promesa: «Yo te prometo hacerte dichosa, no en este mundo, sino en el otro».
El fuerte testimonio de un hombre que fue socorrido por la Santísima Virgen María antes de morir.