Amar a Dios es la razón de nuestro ser
(Mateo 22, 34-40) «Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu mente»
(Mateo 22, 34-40) «Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu mente»
(Marcos 12, 28-34) «Oye, Israel, el Señor nuestro Dios, un solo Señor es. Y amarás al Señor tu Dios de todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente, y con toda tu fuerza»
(Juan 15, 9-11) «Si conserváis mis mandamientos, permaneceréis en mi amor, lo mismo que Yo, habiendo conservado los mandamientos de mi Padre, permanezco en su amor»
(Mateo 10, 37-42) Jesús dijo a sus apóstoles: Quien ama a su padre o a su madre más que a Mí, no es digno de Mí; y quien ama a su hijo o a su hija más que a Mí, no es digno de Mí. Quien no toma su cruz y me sigue, no es digno de Mí.
(Marcos 12, 28-34) «Oye, Israel, el Señor nuestro Dios, un solo Señor es. Y amarás al Señor tu Dios de todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente, y con toda tu fuerza»