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(Juan 15, 1-8) «Si vosotros permanecéis en Mí, y mis palabras permanecen en vosotros, todo lo que queráis, pedidlo, y lo tendréis: En esto es glorificada mi Padre: que llevéis mucho fruto, y seréis discípulos míos»
(Juan 15, 1-8) «Yo soy la vid verdadera, y mi Padre es el viñador. Todo sarmiento que, estando en Mí, no lleva fruto, lo quita, pero todo sarmiento que lleva fruto, lo limpia, para que lleve todavía más fruto».
CONTENIDO EXCLUSIVO PARA MIEMBROS.
(Juan 14, 7-14) «Si ustedes me conocen a mí, conocen también a mi Padre. Ya desde ahora lo conocen y lo han visto»
(Juan 13, 16-20) «En verdad, en verdad, os digo, quien recibe al que Yo enviare, a Mí me recibe; y quien me recibe a Mí, recibe al que me envió»
(Juan 12, 44-50) «El que cree en Mí, no cree en Mí, sino en Aquel que me envió; y el que me ve, ve al que me envió[...]»
(Juan 10, 22-30) «Ya se lo he dicho y no me creen. Las obras que hago en nombre de mi Padre dan testimonio de mí, pero ustedes no creen, porque no son de mis ovejas[...]»
(Juan 10, 1-10) «Cuando ha hecho salir todas las suyas, va delante de ellas, y las ovejas le siguen porque conocen su voz. Mas al extraño no le seguirán, antes huirán de él, porque no conocen la voz de los extraños»
(Juan 10, 11-18) «Yo soy el pastor, el Bueno. El buen pastor pone su vida por las ovejas. Mas el mercenario, el que no es el pastor, de quien no son propias las ovejas, viendo venir al lobo, abandona las ovejas y huye, y el lobo las arrebata y las dispersa; porque es mercenario y no tiene interés en las ovejas»
CONTENIDO EXCLUSIVO PARA MIEMBROS.
(Juan 10, 11-18) «Yo soy el pastor bueno, y conozco las mías, y las mías me conocen, –así como el Padre me conoce y Yo conozco al Padre– y pongo mi vida por mis ovejas»
(Juan 6, 60-69) «He ahí por qué os he dicho que ninguno puede venir a Mí, si esto no le es dado por el Padre»
(Juan 6, 52-59) «Este es el pan bajado del cielo, no como aquel que comieron los padres, los cuales murieron. El que come este pan vivirá eternamente»
(Juan 6, 35-40) «Porque ésta es la voluntad del Padre: que todo aquel que contemple al Hijo y crea en Él, tenga vida eterna; y Yo lo resucitaré en el último día»
(Juan 6, 22-29) «En verdad, en verdad, os digo, me buscáis, no porque visteis milagros, sino porque comisteis de los panes y os hartasteis. Trabajad, no por el manjar que pasa, sino por el manjar que perdura para la vida eterna, y que os dará el Hijo del hombre, porque a Éste ha marcado con su sello el Padre, Dios»
(Lucas 24, 35-48) «Así estaba escrito que el Cristo sufriese y resucitase de entre los muertos al tercer día, y que se predicase, en su nombre el arrepentimiento y el perdón de los pecados a todas las naciones, comenzando por Jerusalén. Vosotros sois testigos de estas cosas»
(Lucas 24, 35-48) «Así estaba escrito que el Cristo sufriese y resucitase de entre los muertos al tercer día , y que se predicase, en su nombre el arrepentimiento y el perdón de los pecados a todas las naciones, comenzando por Jerusalén. Vosotros sois testigos de estas cosas»
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(Juan 6, 16-21) Pero Él les dijo: «No tengáis miedo». Entonces se decidieron a recibirlo en la barca, y en seguida la barca llegó a la orilla, adonde querían ir.
(Juan 6, 1-15) Se acomodaron, pues, los varones, en número como de cinco mil. Tomó, entonces, Jesús los panes, y habiendo dado gracias, los repartió a los que estaban recostados, y también del pescado, cuanto querían.
(Juan 3, 31-36) El que viene de lo alto, está por encima de todos. Quien viene de la tierra, es terrenal y habla de lo terrenal. Aquel que viene del cielo está por encima de todos.
(Juan 3, 16-21) Porque todo el que obra mal, odia la luz y no viene a la luz, para que sus obras no sean reprobadas. Al contrario, el que pone en práctica la verdad, viene a la luz, para que se vea que sus obras están hechas en Dios.
(Juan 3, 7-15) «Si cuando os digo las cosas de la tierra, no creéis, ¿cómo creeréis si os digo las cosas del cielo?. Nadie ha subido al cielo, sino Aquel que descendió del cielo, el Hijo del hombre»
(Juan 3, 1-8) «No te admires de que te haya dicho: "Os es necesario nacer de lo alto". El viento sopla donde quiere; tú oyes su sonido, pero no sabes de dónde viene, ni adónde va. Así acontece con todo aquel que ha nacido del espíritu»
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