El sentido espiritual del ayuno
Cuando ayunamos sentimos hambre, y al sentirla recordaremos por qué estamos ayunando. Y si tomamos en serio nuestra fe, no nos será difícil entonces dirigir la atención hacia Dios.
Cuando ayunamos sentimos hambre, y al sentirla recordaremos por qué estamos ayunando. Y si tomamos en serio nuestra fe, no nos será difícil entonces dirigir la atención hacia Dios.
Para entender la Virtud de la Templanza debemos leer a San Juan Pablo II, quien dice: «Un hombre templado es uno que es dueño de sí mismo. Aquel en quien las pasiones no prevalecen sobre la razón, la voluntad e incluso el “corazón”. ¡Un hombre que puede controlarse!