El Resucitado nos llama por nuestro nombre
(Juan 20, 11-18) «Jesús le dijo: “Mariam”. Ella, volviéndose, dijo en hebreo: “Rabbuní”, es decir: “Maestro”»
(Juan 20, 11-18) «Jesús le dijo: “Mariam”. Ella, volviéndose, dijo en hebreo: “Rabbuní”, es decir: “Maestro”»
(Juan 20, 1-2. 11-18) «Mujer, ¿por qué estás llorando? ¿A quién buscas? Ella les contestó: “Porque se han llevado a mi Señor y no sé dónde lo habrán puesto”.»
Cuenta el Evangelio que «El primer día de la semana, de madrugada, siendo todavía oscuro, María Magdalena llegó al sepulcro; y vio quitada la losa sepulcral» (Jn 20,1).