Las tentaciones de Jesús
(Lucas 4, 1-13) «En aquel tiempo, Jesús, lleno del Espíritu Santo, regresó del Jordán y conducido por el mismo Espíritu, se internó en el desierto, donde permaneció durante cuarenta días y fue tentado por el demonio»
(Lucas 4, 1-13) «En aquel tiempo, Jesús, lleno del Espíritu Santo, regresó del Jordán y conducido por el mismo Espíritu, se internó en el desierto, donde permaneció durante cuarenta días y fue tentado por el demonio»
Cristo quiso ser tentado para darnos ejemplo y enseñarnos de qué manera hemos de vencer las tentaciones del demonio. Él salió victorioso en su sacratísima humanidad como signo perenne de que nosotros con su auxilio podemos también obtener la victoria sobre nuestros enemigos.