Fortaleza y martirio
(Marcos 6, 14-29) «Juan el Bautista ha resucitado de entre los muertos, y por eso las virtudes obran en Él»
(Marcos 6, 14-29) «Juan el Bautista ha resucitado de entre los muertos, y por eso las virtudes obran en Él»
(Juan 1, 35-42) En aquel tiempo, estaba Juan el Bautista con dos de sus discípulos, y fijando los ojos en Jesús, que pasaba, dijo: «Éste es el Cordero de Dios»
(Mateo 17, 10-13) «[…] Yo les aseguro a ustedes que Elías ha venido ya, pero no lo reconocieron e hicieron con él cuanto les vino en gana. Del mismo modo, el Hijo del hombre va a padecer a manos de ellos»
(Lucas 9, 7-9) «El rey Herodes se enteró de todos los prodigios que Jesús hacía y no sabía a qué atenerse»
(Juan 1, 35-42) Le dijeron: «Rabí, –que se traduce: Maestro–, ¿dónde moras?» Él les dijo: «Venid y veréis»
(Marcos 1, 7-11) «… Yo os he bautizado con agua, pero Él os bautizará con Espíritu Santo»
(Mateo 14, 1-12) «El rey se entristeció, pero a causa de su juramento y por no quedar mal con los invitados, ordenó que se la dieran; y entonces mandó degollar a Juan en la cárcel»
(Marcos 1, 7-11) Se oyó entonces una voz del cielo que decía: «Tú eres mi Hijo amado; yo tengo en ti mis complacencias»
(Mateo 11, 2-11 ) Juan, al oír en su prisión las obras de Cristo, le envió a preguntar por medio de sus discípulos: “¿Eres Tú «El que viene», o debemos esperar a otro?”