Solemnidad de la Inmaculada Concepción de la Virgen María
(Lucas 1, 26-38) «No temas, María, porque has hallado gracia cerca de Dios. He aquí que vas a concebir en tu seno, y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús»
(Lucas 1, 26-38) «No temas, María, porque has hallado gracia cerca de Dios. He aquí que vas a concebir en tu seno, y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús»
(Juan 15, 12-16) «Ya no los llamo servidores, porque el servidor ignora lo que hace su señor; Yo los llamo amigos, porque les he dado a conocer todo lo que oí de mi Padre.»
La Inmaculada Concepción de María es el Dogma de fe que declara que, por la gracia de Dios, la Santísima Virgen fue preservada de todo pecado desde su concepción. Meditemos en este gran misterio durante los días previos a esta Solemnidad Mariana con esta Novena dedicada a la Madre de Dios.
El papa Pío IX proclamó el 8 de diciembre de 1854, en su bula Ineffabilis, que era verdad revelada por Dios y que todos los fieles tenían que creer firmemente que «la beatísima Virgen María, en el primer instante de su concepción, fue preservada inmune de toda mancha de culpa original por singular privilegio y gracia de Dios omnipotente.
La Inmaculada Concepción de María es el Dogma de fe que declara que por una gracia especial de Dios, ella fue preservada de todo pecado desde su concepción. ¡Bendita nuestra Madre que del pecado original Dios la preservó!
Dios Padre impidió que María, hija de Joaquín y Ana, destinada a ser Madre de Su Hijo, contrajera el pecado hereditario ni un solo instante: el Demonio no debía tener parte en ella; sin mácula desde el mismo principio de su existencia.