La misión de Jesús y de la Iglesia
(Marcos 1, 14-20) Díjoles Jesús: «Venid, seguidme, y Yo os haré pescadores de hombres»
(Marcos 1, 14-20) Díjoles Jesús: «Venid, seguidme, y Yo os haré pescadores de hombres»
(Juan 1, 35-42) Le dijeron: «Rabí, –que se traduce: Maestro–, ¿dónde moras?» Él les dijo: «Venid y veréis»
(Marcos 1, 7-11) «… Yo os he bautizado con agua, pero Él os bautizará con Espíritu Santo»
(Juan 1, 43-51) «Yo les aseguro que verán el cielo abierto y a los ángeles de Dios subir y bajar sobre el Hijo del hombre»
(Lucas 2, 22-40) «Ahora, Señor, despides a tu siervo en paz, según tu palabra , porque han visto mis ojos tu salvación, que preparaste a la faz de todos los pueblos. Luz para revelarse a los gentiles, y para gloria de Israel, tu pueblo»
(Lucas 2, 22-35) «Ahora, Señor, despides a tu siervo en paz, según tu palabra, porque han visto mis ojos tu salvación, que preparaste a la faz de todos los pueblos. Luz para revelarse a los gentiles, y para gloria de Israel, tu pueblo»
(Lucas 1, 26-38) «No temas, María, porque has hallado gracia cerca de Dios. He aquí que vas a concebir en tu seno, y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús»
(Lucas 1, 46-55) «Glorifica mi alma al Señor, y mi espíritu se goza en Dios mi Salvador, porque ha mirado la pequeñez de su esclava»
(Juan 1, 6-8. 19-28) «Yo, por mi parte, bautizo con agua; pero en medio de vosotros está uno que vosotros no conocéis, que viene después de mí, y al cual yo no soy digno de desatar la correa de su sandalia».
(Marcos 1, 1-8) «Viene en pos de mí el que es más poderoso que yo, delante del cual yo no soy digno ni aun de inclinarme para desatar la correa de sus sandalias. Yo os he bautizado con agua, pero Él os bautizará con Espíritu Santo»
(Mateo 10, 17-22) «Ustedes serán odiados por todos a causa de mi Nombre, pero aquel que persevere hasta el fin se salvará»
(Lucas 6, 37-38) «Traten a los demás como quieran que los traten a ustedes; porque si aman sólo a los que los aman, ¿qué hacen de extraordinario? También los pecadores aman a quienes los aman»
(Marcos 16, 15-20) «Ellos fueron a predicar por todas partes, y el Señor los asistía y confirmaba su palabra con los milagros que la acompañaban»
(Mateo 16, 13-19) «Yo te daré las llaves del Reino de los Cielos. Todo lo que ates en la tierra, quedará atado en el cielo, y todo lo que desates en la tierra, quedará desatado en el cielo»
(Lucas 14, 1a. 15-24) «Sal a los caminos y a las veredas; insísteles a todos para que vengan y se llene mi casa. Yo les aseguro que ninguno de los primeros invitados participará de mi banquete»
(Mateo 22, 34-40) «Maestro, ¿cuál es el mandamiento más grande de la ley?»
(Mateo 22, 15-21) Entonces les dijo: «Dad, pues, al César lo que es del César, y a Dios lo que es de Dios». Oyendo esto, quedaron maravillados, y dejándolo se fueron.
(Lucas, 12, 1-7) «¿No se venden cinco pajarillos por dos monedas? Sin embargo, ni de uno solo de ellos se olvida Dios; y por lo que a ustedes toca, todos los cabellos de su cabeza están contados. No teman, pues, porque ustedes valen mucho más que todos los pajarillos»