¿Estamos recibiendo dignamente la Sagrada Comunión?
La Sagrada Comunión tiene una eficacia santificadora incomparable, ya que consiste propiamente en el desarrollo y crecimiento perfecto de la gracia y de las virtudes infusas en nuestra alma.
La Sagrada Comunión tiene una eficacia santificadora incomparable, ya que consiste propiamente en el desarrollo y crecimiento perfecto de la gracia y de las virtudes infusas en nuestra alma.
Existen dos requisitos primordiales que los católicos deben cumplir para una recepción digna del Santísimo Sacramento del altar, como explican el Catecismo y el Código de Derecho Canónico.
Un buen ayuno eucarístico es señal de que respetamos a Nuestro Señor Jesucristo y deseamos recibirlo por ser el más importante alimento de nuestra vida. Supone también una exigencia moral que pone de relieve la obligación de recibirlo dignamente: Es necesario que entendamos qué es lo que vamos a recibir y meditar si estamos en gracia de Dios como para acercarnos de modo digno al Señor y recibirle de forma tan íntima.