El uso del velo en la Santa Misa y los actos litúrgicos

En la Liturgia, todo lo que es importante y sagrado se cubre con un velo. Así el sagrario, el cáliz antes de la Misa, el copón con las Hostias consagradas y aún el mismo sacerdote celebrante con sus vestimentas sagradas. Como la mujer tiene una gran dignidad por su maternidad, entonces el velo es el mejor modo de simbolizar esa altura y honra femenina.

Durante dos mil años las mujeres católicas han cubierto su cabeza con un velo o mantilla antes de entrar a una iglesia, o siempre que estuvieran en presencia del Santísimo Sacramento (como cuando la Sagrada Eucaristía es llevada a los enfermos). Hasta 1917, el Código de Derecho Canónico, en el canon 1262, obligaba a las mujeres a cubrir sus cabezas “especialmente cuando se aproximan a la mesa sagrada”.

Al respecto, San Pablo escribió (I Corintios 11,6):
“Sed, pues, imitadores míos, así como yo lo soy de Cristo. Yo por mi parte os alabo, hermanos de que en todas las cosas siempre os acordéis de mí, y de que guardéis mis instrucciones, conforme os lo tengo enseñado. Mas quiero que sepáis que Cristo es la cabeza de todo varón, como el varón es la cabeza de la mujer, y Dios lo es de Cristo. Todo varón que ora o profetiza, teniendo la cabeza cubierta, deshonra su cabeza. Al contrario, mujer ora o profetiza con la cabeza descubierta, deshonra su cabeza; siendo lo mismo que si se rapase. Por donde, si una mujer no se cubre con un velo, que se rape también. Si es deshonroso para una mujer cortarse el pelo o raparse, cubra su cabeza. Lo cierto es que no debe el varón cubrir su cabeza, pues él es la imagen y gloria de Dios, mas la mujer es la gloria del varón. Que no fue el varón formado de la mujer, sino la mujer del varón. Como ni lo fue tampoco el varón creado para la mujer, sino la mujer para el varón. Por tanto, debe la mujer traer sobre la cabeza la divisa de la sujeción a la potestad por respeto a los ángeles. Bien es verdad que en el Señor ni el varón existe sin la mujer, ni la mujer sin el varón. Pues así como la mujer fue formada del varón, así también el varón nace de la mujer; pero todas las cosas vienen de Dios. Sed jueces vosotros mismos: ¿Es decente para la mujer hacer oración a Dios sin cubrirse? ¿No es así que la naturaleza misma os dicta que no es decente al hombre dejar crecer su cabellera? Por el contrario, para la mujer es gloria dejarse crecer el pelo, porque los cabellos le son dados a manera de velo. Pero si, con todo eso, alguno se muestra terco, sepa que nosotros no tenemos esa costumbre, ni la Iglesia de Dios”.

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8 comentarios en “El uso del velo en la Santa Misa y los actos litúrgicos”

  1. Maria Adelina Martinez de Saldivar

    Maravilloso texto, padre, no podía dejar de leer ! Ese tema del velo era algo que me inquietaba y ahora ya tengo claro, gracias padre !!! Feliz Navidad!! Bendiciones!

      1. No te desanimes, Norma. ♥
        Si ha nacido en tu corazón el llamado de usar velo, hazlo. El Señor pone anhelos nobles en el corazón ♥ Lo que fue santo para nuestros padres, no puede dejar de ser santo para nosotros.

        Hace unos meses, me atreví a hacerlo. Se lo comenté a mi sacerdote y aunque me dijo algo parecido al tuyo, me dijo que si quería usarlo lo haga. Hasta hace unas semanas era la única que lo usaba, hasta que hace unos días se me han acercado dos personas y ha nacido en su corazón el deseo de usarlo tbm. Todo sea para honrar y glorificar a Dios ♥

  2. no entendí … hasta el año 1917, el Código de Derecho Canónico, obligaba a las mujeres a cubrir sus cabezas …. en estos tiempos no existe entonces la obligatoriedad?

    1. Efectivamente, la obligación ya no consta en el Derecho Canónico actual. Por eso ya no es obligatorio usarlo en los actos litúrgicos. Siendo así, el uso del velo en la práctica ha pasado a ser una practica piadosa meramente recomendable.

  3. Adosinda Mendes Garcia

    Yo como hija y sierba del altísimo y católica me beo en la obligación al leer las sagrada escritura siendo Dios cabeza de familia cubrirme la cabeza con un velo pues no soy digna de estar ante nuestro Dios con la cabeza descubierta pues no soy baron ni cabeza de familia deo estás sujeta a dios a trabes de su hijo amado Jesús y a mi esposo Dios es mi padre mi rey mi salbador digno de toda alabanza y honor y mi esposo es el baron que dios permitió que sea el cabeza de familia y debo respeto Ami Dios es mi deber como hija y sierva del altísimo dios dios los bendiga y proteja

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