Evangelio según san Lucas 6, 12-19
Por aquellos días se salió a la montaña para orar, y pasó toda la noche en oración con Dios. Cuando se hizo de día, llamó a sus discípulos, y de entre ellos eligió a doce a los que dio el nombre de apóstoles: a Simón, a quien también llamó Pedro, y a Andrés el hermano de éste; a Santiago y Juan; a Felipe y Bartolomé; a Mateo y Tomás; a Santiago (hijo) de Alfeo, y Simón llamado el celoso; a Judas de Santiago, y a Judas Iscariote, el que llegó a ser el traidor. Con éstos descendió y se estuvo de pie en un lugar llano, donde había un gran numero de sus discípulos y una gran muchedumbre del pueblo de toda la Judea y de Jerusalén, y de la costa de Tiro y de Sidón, los cuales habían venido a oírlo y a que los sanara de sus enfermedades; y también los atormentados de espíritus inmundos eran sanados. Y toda la gente quería tocarlo, porque de Él salía virtud y sanaba a todos.
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Esta homilía apareció por primera vez aquí el 5 de septiembre de 2021.
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1 comentario en “El valor de la oración vocal”
En el Evangelio de hoy, vemos que eran sanados quienes tenían espíritus inmundos. Y me pregunto: por qué no acuden hoy los católicos, llenos del espíritu del mundo, a Jesús, para ser sanados?
Para alcanzar la santidad, primero hemos de ser sanados, curados. Cuando alcancemos la sanación completa, la restauración de nuestro ser, es decir, del cuerpo y del alma, habremos alcanzado la santidad.
Digamos hoy al Señor Jesús: Si quieres, puedes sanarme. Amén